
Cuauhtémoc
NO TODO ES ORO
Si el PRI mantiene el gobierno del Estado de México habrá de levantar un monumento al perredista Juan Zepeda y agradecer que Andrés Manuel López Obrador cometió el mismo error de hace 11 años: apostar todo a la misma canasta de la popularidad y hacerse presa de la ausencia de autocrítica.
En la importante entidad el PAN se hunde al cuarto lugar y podría su abanderada Josefina Vázaquez Mota quedar rebasada por el perredista Juan Zepeda quien al inicio de la contienda pocos le brindaban posibilidad al menos de realizar un papel decoroso.
Y no es que Alfredo del Mazo represente la salvación del Edomex (en absoluto), con su presencia se ve por primera vez en casi ocho décadas en riesgo para el PRI la entidad bastión. Delfina Gómez de Morena arrancó meteorica carrera pero no logra abrir ventaja porque es un membrete representante de López Obrador.
El peor error de AMLO volvió a exhibirlo incapaz de establecer un correcto manejo de crisis. Ni la maquinaria de la prensa militante ha logrado revertir el impacto de “Eva la recaudadora”, legisladora local de Veracruz pescada en video en la aceptación de cantidades millonarias de dinero.
Si Morena y su líder hubiesen hecho deslinde desde el prinicipio del escándalo de “la recaudadora” el impacto no habría sido mayor. Por el contrario, López Obrador tomó el asunto a mofa, respondió mediante un par de videos con chistes de mal gusto y volvió a exhibir “lo que diga su dedito” negador.
¿Olvidó que tales poses así como le generaron adeptos también le multiplicaron adversarios? La “gente” –cual refiere al electorado- si algo detesta es al burlón, por reflejo hay contrasentido.
Era preferible aceptar que Eva Cadena logró pasar el “filtro” –no existe tal- de militantes y darla de baja. Pero no, la excusa del complot y la mafia del poder volvieron a surgir sin reparar en 11 años de usar diario tales frases y ya componen el panorama político. Mejor dicho las desgastó.
Cuando se dieron cuenta que el chiste les pegaba en el Edomex ya no les hizo tanta gracia y entonces sí decidieron tirar a “la recaudadora” debajo del camión. Tarde.
El segundo error fue emplazar con amenazas y gritos a Juan Zepeda para que declinara por Delfina Gómez. Cierto, a Zepeda le faltó partido porque es un extraordinario candidato y de donde se le vea tiene mejor pinta, discurso y experiencia sobre la maestra Gómez.
Nuevamente López Obrador careció del mínimo de humildad para comprender que Delfina es una postulante mediana a la sombra de su padrino político Higinio Martínez, mientras Juan Zepeda gobernó con aceptables resultados Nezahualcóyotl, hay un océano de diferencia entre ese municipio y Texcoco.
Los flancos débiles de Delfina fueron exhibidos: el 10% de retenciones que hizo al salario de los trabajadores de su administración –nunca pudo expicar esta medida ilegal- y los ¡32 millones de pesos! entregados en contratos de obra con asignación directa a la empresa del primo de Higinio Martínez.
En este marasmo Alfredo del Mazo solo debe nadar de muertito y si bien aun quedan semanas previas a la cita, en Morena ya se encendieron los focos rojos, al grado de subir al mismo templete de Delfina Gómez a Fernando González Sánchez, ¡el yerno de Elba Esther Gordillo!
González Sánchez fue subsecretario de Eduación básica en el sexenio de Calderón, en cuota de pago a los favores recibidos de la hoy presa ex lideresa magisterial.
¿Olvidó López Obrador que en 2006 si en realidad Felipe Calderón le “robó” la presidencia de la República -como acusa- fue con apoyo de Gordillo y el SNTE?
Ahora acepta la ayuda de la maestra desde la cárcel, quien pretende así vengarse de Peña Nieto. Esto no pasa desapercibido.
Josefina Vázquez Mota despidió a su estratega de campaña y ya dejó de acompañarla el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, quien prefirió el 10 de mayo irse a su mansión en Atlanta a grabar un horroroso video conmemorativo a la fecha.
Reiteración: Del Mazo tampoco es la salvación del Edomex y si gana habrá de agradecerle todo a Juan Zepeda y el PRD. Sin embargo, pese a los errores de la oposición, lejos está el PRI de poder cantar victoria.