Como resultado de 107 días de trabajo con importantes jornadas de deliberación y debate y con más de 3 mil reuniones llevadas a cabo en la geografía nacional, con la participación de casi 400 mil militantes del PRI, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, clausuró los trabajos de la XXII Asamblea Nacional, en donde expresó ante la militancia, que el regreso del PRI al poder al recuperar la presidencia en el año de 2012 ante la derrota del año 2000, mostró la capacidad de transformación, talento y oficio político de los priistas.
El presidente fue enfático al afirmar que el PRI regresó al poder público no para administrar, sino, para renovar y realizar los cambios profundos que el país necesitaba, siendo el mejor ejemplo, las reformas estructurales que rompieron paradigmas y donde quedo claro que ante las exigencias que tiene el país y la sociedad no hay intereses intocables.
Al igual que en la catorceava asamblea nacional que presidiera Luis Donaldo Colosio Murrieta, en esta asamblea se destacó la necesidad de seguir construyendo ciudadanía, abriendo el partido a la sociedad y a todos los ciudadanos, para hacer de este, un partido moderno y competitivo, el PRI en esta asamblea, mostró su capacidad para transformarse como en otras épocas ante la realidad que vive México y el mundo, estableciendo cimientos para los próximos procesos electorales donde la premisa fundamental fue preservar la unidad al interior y cerrar filas ante el proyecto de país de bienestar y oportunidades que el partido se propone para seguir impulsando.
En voz del presidente de la República, el priismo nacional reconoce que se tienen que asumir costos ante la decisión de hacer cambios y que fue un reto en el que no se puede actuar con timidez, por el contrario con fortaleza de convicciones para seguir consolidando las instituciones.
Como resultado de los trabajos de esta asamblea, jóvenes y mujeres se empoderan en espacios y presencia para las futuras postulaciones a cargos de elección popular y el PRI está claro que ante la competencia político electoral, con sus adversarios históricos y los nuevos, para el process electoral de 2018 su gran alianza debe ser con los ciudadanos atendiendo sus causas y ganando su confianza
La asamblea nacional del PRI fue un espacio para escuchar propuestas nacionales, regionales y estatales en forma abierta, plural, incluyente y democrática donde hubo capacidad para reconocer los errores y también las propuestas para resolver las asignaturas pendientes. El reconocimiento de que debe de castigarse en tiempo y en forma a los que en el desempeño de sus funciones traicionaron la confianza ciudadana y de su partido, es y será un compromiso y la creación de su código de ética para combatir corrupción e impunidad debe ser una realidad.
En resumen, el PRI reconoce la fuerza de todos, de los jóvenes y las mujeres, su apertura con ciudadanos y simpatizantes, sus nuevos mecanismos para generar gobiernos de coalición, para dar gobernabilidad al país así como de coaliciones electorales en su momento, romper candados y decir no a quienes brincaban de pluris a pluris, la dirigencia nacional de Enrique Ochoa y Claudia Ruiz al frente, permite al PRI ir unidos militantes, simpatizantes y ciudadanos para generar una gran fuerza política para conservar la presidencia de la República y ganar los procesos electorales en el 2018, el PRI cuenta con una agenda política con ruta, mostrando su capacidad, sin simulación, de transformarse con la experiencia de ser el partido histórico más antiguo del mundo.
La premisa de los priistas será proteger y cuidar lo que México a construido.