“No queremos que pase lo mismo que con Tamayo”

CUERNAVACA, Mor. 22 de abril de 2014.- La familia del morelense Víctor Manuel Miranda Guerrero, sentenciado a muerte en el estado de California, Estados Unidos, por el delito de homicidio, llamaron a las autoridades estatales a acelerar el apoyo que les ofrecieron y evitar que el caso de este mexicano se iguale a la suerte que corrió hace unos meses el oriundo de Miacatlán, Edgar Tamayo Arias.

Rosa Evelia Miranda, hermana de Víctor Manuel asegura que el proceso de su familia está viciado de origen, pero al igual que el caso de Tamayo, los seres queridos y el propio sentenciado son los que menos datos tienen del proceso: “No sabemos nada, incluso, no sabemos cuando lo sentenciaron, el tampoco lo sabía…”, añadió.

Víctor Manuel tiene más de 15 años de no ver a su familia. A los dos años de haber llegado a la Unión Americana, fue apresado por un homicidio que su familia dice que no cometió, pero que lo tiene preso en la cárcel de san Quintín y con la pena de muerte como sentencia, aunque aún no hay fecha para ella.

En rueda de prensa, el padre del sentenciado y su hermana, así como varias personas que le apoyan, llamaron al gobernador, Graco Ramírez a agilizar los trámites para la entrega de 30 mil pesos para los padres de Víctor Manuel y la agilización de los trámites para conseguir las visas humanitarias.

La semana pasada, la secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Morelos, Adriana Díaz Contreras aseguró que el caso de Miranda ya está en manos de la administración perredista, a la que además de ayudarle a tramitar sus visados humanitarios para estar cerca de Víctor Manuel, también se les apoyó con dinero.

Sin embargo, Rosa Evelia, negó lo anterior y puntualizó que “desde hace más de un mes” no tienen contacto con la administración estatal, por lo que pidieron retomen el procedimiento para evitar que el caso de Víctor Manuel se convierta en una copia de la suerte que corrió Edgar Tamayo Arias, oriundo de Miacatlán, que pese a los recursos jurídicos interpuestos, la lejanía del gobierno mexicano evitó que pudiera salvarse, según el propio testimonio de Tamayo, quien finalmente recibió una inyección letal en enero pasado.