
Desaparición de personas en México. ¿Qué hacer?
El candidato Trump vino a México a escupir frente a Peña Nieto su decisión de construir un muro entre México y Estados unidos después de ser recibido como si fuese Jefe de Estado. Su operador Videgaray, entonces secretario de Hacienda, fue útil, agradable y diligente ante el candidato. Ante la ola de críticas surgidas desde el propio gabinete, entre ellas la de la entonces Secretaria de Relaciones Exteriores Claudia Ruiz massieu y de Gobernación Osorio Chong, el egresado de Massachusetts tuvo que dejar su cargo en la Secretaría de Hacienda.
Poco después el amigo del presidente regresa, echa a la secretaria Claudia Ruiz Massieu y ocupa su puesto.
Al tomar posesión de su nuevo encargo dijo: “Yo no conozco la Secretaría de Relaciones Exteriores, no soy un diplomático”.
La prueba de su confesa ignorancia o ¿hipocresía? se observa en dos aspectos: uno, el de obedecer los dictados de Washington de manera diligente e indigna para México, y dos, meterse en asuntos internos de países hermanos, como es el caso de Venezuela.
Con el tiempo esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes, finalmente se adueñarán de la presidencia; entonces, sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros.”[1] Este pensamiento podría aplicarse al aprendiz Videgaray.
El obediente alumno de Trump, opta por la visión de Robert Lansing: “harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros.
Así, Estados Unidos amenaza con aplicar sanciones a Venezuela por “dañar la democracia” al tiempo que se anuncia el presupuesto para construir el muro, y la cancilleria mexicana acata tal disposición y declara actuar en consecuencia; acerca del muro, calla.
Previamente el señor Videgaray, a nombre de México, exigió al presidente de Venezuela Maduro suspender la Constituyente.
El gobierno mexicano debe ofrecer disculpas por su equívoca política diplomática y nombrar a un miembro del excelente cuerpo diplomático de nuestro país para hacerse cargo de manera digna y profesional de los asuntos exteriores. Puede agradarnos o la forma de conducirse los asuntos en Venezuela, pero no tenemos ningún derecho a indicarles qué ruta seguir. En este sentido, Videgaray no ha aprendido nada de diplomacia ni de la historia de México.
[1] Robert Lansing, secretario de Estado norteamericano en la administración de Woodrow Wilson 1915-1920.