
Cuentan hospitales de Morelos con material para realizar abortos
XALAPA, Ver., 2 de diciembre de 2018.- Cómo pasa el tiempo, y qué afortunados podemos ser de tener una segunda oportunidad. Han pasado 3 años de aquella vez que escuché la mejor noticia de mi vida, ésa que me hizo quebrantarme de tanta felicidad al terminar de escuchar a mi doctora decir: ¡Luis, ya no tienes cáncer, estás curado! Fue sin duda la mejor noticia que he recibido en mi vida, aquélla que me hizo entender que ni todo el dinero ni todos los lujos pueden sobrepasar esa felicidad que sentía en ese instante.
Y miren qué gran coincidencia, pues hace precisamente cuatro años, un martes 2 de diciembre de 2014, mientras estaba cenando tacos misantecos en un lugar conocido de Xalapa, tuve los primeros y fatales síntomas de una de las enfermedades más graves, sí, estoy hablando del cáncer, pues mientras cenaba me dieron unas ganas inmensas de ir al baño, y acudí al sanitario y al bajarme el pantalón, mi sorpresa no fue nada grata, entre mis piernas escurría algo caliente, por lo que revisé y tenía un sangrado rectal.
¿Qué se hace en esos momentos, grito y lloro con todas mis fuerzas? ¿Me hago el fuerte para no alarmar a nadie y esperar a que todo esté bien?, no, no sabía qué hacer, no supe reaccionar a tan mortificante situación, lo único que se me ocurrió fue sentarme en el sanitario para que la sangre cayera dentro, el sangrado no paraba, volteaba y veía que el escusado tenía más y más sangre; entré en desesperación, tomé papel de baño para limpiarme y salir rápido, al salir lo único que quería era irme a mi casa, necesitaba huir de esa escena y creer que todo era un sueño y que todo estaba bien, pero no, no era así.
Llegué a casa, mi mamá estaba ahí, entré con lágrimas en los ojos y le dije: “me siento mal, estoy sangrando”, mientras le enseñaba mi mano con sangre por haberme tocado atrás sobre el pantalón, se asustó mucho, yo corrí a meterme a bañar y fue así como la hemorragia había parado un poco. Saló de bañarme, me cambié y nos fuimos al hospital, al llegar ahí mi presión bajó mientras mi ritmo cardiaco se alteraba, no me atendían porque supuestamente “me veían bien” y había personas de gravedad por atender; hubo un momento en el cual de la nada empezó de nuevo el sangrado, yo me sentía mal, sentía cómo me daba vueltas todo, escuchaba a la gente que hablaba a lo lejos sin entender qué decían y fue cuando me internaron, controlaron la hemorragia, me dijeron que necesitaba estar hospitalizado para hacerme estudios y revisarme.
Al otro día mi diagnóstico fue una supuesta hemorroide que me había reventado, me dieron tratamiento para ese diagnóstico y una cita para ver cómo evolucionaba. Con el transcurso de los días y las semanas el tratamiento no funcionaba, al contrario, noté que entre mi ano y mi glúteo crecía una bolita del tamaño de una lenteja, pasaron los días y seguía creciendo, ya no solo estaba grande, también me dolía, me incomodaba para sentarme, acudí al médico y de nuevo me dijo que era hemorroide y que ahora eran 3, pero que se habían juntado y que eso provocó que crecieran muchísimo, de nuevo con tratamiento me fui a casa.
Pasaron los días y se complicaba todo, pues a ratos tenía pequeños sangrados, no fuertes pero sí incómodos, el malestar al sentarme cada vez era más fuerte, me sentía cansado, con sueño, sin apetito y con mucha sensibilidad.
Decidí irme a ver otro médico, me checó y lo primero que me dijo fue: esto no es una hemorroide, esto es un hematoma o un tumor, debemos hacerte una biopsia para saber qué es realmente lo que tienes; entré a los dos días a quirófano para que me realizaran la biopsia, tuve complicaciones dentro del quirófano, pero afortunadamente todo salió bien, salí del hospital, me fui a casa a descansar y tener los cuidados necesarios.
Pasaron 5 días y llegó la fecha en la que debía ir al médico a recoger mis estudios, era un día normal, estaba trabajando y al salir de la oficina me fui a consulta, entré, el doctor estaba viendo su laptop, me vio y me dijo: toma asiento, ¿vienes solo?, y respondí que sí, no me respondió y comenzó a escribir, pasaron 3 minutos aproximadamente y sus palabras fueron: ¡Mmmmm!, pues joven Cabañas, ya tengo los resultados de su biopsia y me arrojan que tiene usted cáncer, ¡me dijeron que tenía cáncer!
Más en Quadratín Veracruz