
Desaparición de personas en México. ¿Qué hacer?
Robo de gasolina: los innombrables
Si el robo de gasolinas no se da en los ductos, ¿por qué los cerraron?
De acuerdo con lo afirmado por el presidente este domingo y el viernes 28 de diciembre, “sólo el 20 por ciento (del robo de combustible) se da en la ordeña de ductos, que es una especie de pantalla”.
Si la ordeña de ductos es pantalla, ¿por qué los cerraron y crearon una escasez absurda de gasolina?
El presidente le da vueltas a la noria para evitar ponerle nombre a las cosas: el Cártel Jalisco Nueva Generación manda en el robo de gasolinas en la zona centro del país.
Son los grandes grupos criminales los que se disputan a balazos y someten a poblaciones enteras para controlar el negocio de la ordeña de ductos.
Hasta ahora no sabemos de un solo detenido por las fuerzas federales por los homicidios causados en la lucha que se da en torno al huachicol.
El gobierno no los menciona. Rehúye el tema y se va por las ramas.
Dice el presidente que el 80 por ciento del robo de gasolinas se da al interior de Pemex. Entonces, ¿para qué cierra ductos?
“Con el huachicoleo nos hacían creer que era por la ordeña de ductos. Fue una cortina de humo, una farsa, porque en realidad el robo de gasolina se permitía desde el gobierno”, dijo el presidente.
Si es así de sencillo el tema, la solución también es muy fácil ahora que son gobierno: ya no se lo roben, sin necesidad de cerrar ductos y crear desabasto.
“Están ahí presionando, pensando que nos van a vencer. Que no quieran jugar a las vencidas porque va a triunfar la ley y la justicia”.
¿Quiénes presionan? Según él, los medios de comunicación.
Los medios le llaman desabasto al desabasto, y eso molesta al presidente.
No hay que olvidar que los populistas siempre necesitan un enemigo al cual echarle la culpa de los problemas.
Y es más fácil cargar contra periodistas y medios de comunicación que hacerlo contra poderosos cárteles de las drogas, incrustados en el negocio del huachicol, que tienen capacidad hasta para tirar helicópteros.
Si, como dijo la semana anterior López Obrador, ese gran negocio ilícito tenía la venia de los presidentes de la república, la solución está a la mano:
Que presente pruebas y lleve ante tribunales a los ex presidentes Peña, Calderón y Fox por autorizar o robarse la gasolina del país.
¿No las tiene? ¿Todo es saliva?
Es absolutamente cierto que las administraciones anteriores actuaron pero no pudieron contra el robo de combustibles, a pesar de haber metido a la cárcel a empleados de Pemex y haber utilizado el Ejército en el resguardo de ductos e instalaciones.
Lo que se espera del presidente AMLO es que lo haga con la eficacia que promete.
Menos gritos, más resultados.
Todo el país quiere que el presidente tenga éxito en el combate a ese ilícito que afecta las finanzas públicas.
Pero nos dice que el robo no se da en la ordeña de ductos… y cierra los ductos.
El desabasto se generaliza por una mala decisión de su gobierno.
No saben cómo atacar el problema. Dan palos de ciego.
Acusan al “gobierno” de permitir ese negocio ilícito, autorizado por el presidente de la República.
Ya son gobierno: no lo permitan.
Ya tienen la presidencia: no lo autoricen.
¿Por eso tiene que haber desabasto?
Para evitar robo de gasolina, no se surte gasolina.
Entonces, como alguien propuso, para que ya no haya robo a transeúntes que prohíban andar en la calle.
Las malas decisiones de esta administración ponen en tela de duda su capacidad para gobernar.
Es lo que veremos en los cinco años y nueve meses restantes: palos de ciego y señalamiento de culpables que, según los gobernantes, se conjuran para estropear sus buenas intenciones.