
Gestión de desastres naturales
El inminente triunfo de Donald Trump derrumbó mitos y despertó a la “hispanidad” a la realidad que durante ocho años negó ver.
El pueblo anglosajón, el portador de las decisiones, no ha cambiado su sentimiento de segregación, lo ocultó durante el “reinado” de Barack Obama pero siempre prevaleció.
De alguna forma u otra, con Trump o cualquier otro racista iba a surgir de las penumbras una figura dispuesta a cargar la factura de revivir el desprecio racial a cambio de exrtraer los más profundos anhelos de la clase blanca a frenar la invasión migratoria.
Hay que verlo en la cruda verdad, el voto de la mayoría blanca no es precisamente por Trump es en contra de los mexicanos, latinos en general, musulmanes, chinos y afros.
La utopía Obama culmina con aspiraciones lejanas de convertirse en realidad. Nunca le cumplió el presidente afroamericano a la minoría latina, por el contrario, en sus gobiernos hubo deportaciones como jamás ocurrieron antes; millón y medio de mexicanos nos devolvió.
Los “hispanoparlantes” de Florida son mayoría cubana y recriminan a Obama por reestablecer diplomacia con el régimen de los Castro. En repudio votaron a Trump y nuevamente es el estado clave que abrió las puertas de la Casa Blanca al republicano.
Hillary Clinton fue una pésima candidata. Las indagatorias que le hiciera el FBI por el uso discresional de información oficial en su papel de secretaria de Estado le derrumbaron la ventaja sobre el magnate pese a contar con el doble de recuros económicos para gastos de campaña.
Hace ocho años Clinton perdió la nominación demócrata frente a Barack Obama. Para analistas fue contundente: el elector de su partido no le tuvo confianza.
Doña Hillary se hizo tonta con las escandalosas infidelidades de su marido y los votantes lo tienen presente: si es capaz de perdonar eso ¿que sería con los enemigos de la Unión Americana en todo el planeta? Bye.
Hoy dicen se tambalea el Tratado de Libre Comercio. ¿Olvidan que dejó en la ruina al agro nacional y envió a miles de campesinos de migrantes?
El verdadero problema es si en verdad Trump aplica gravámenes estratosféricos a las remesas porque se trata del segundo ingreso de divisas al país después de las ventas petroleras.
El tema del muro será más problema del inminente nuevo inquilino de la Casa Blanca que al gobierno mexicano. Los recursos para esa construcción no los tiene nadie –el narco tal vez-.
Ni son tantos los “hispanos” para cargar la balanza y tampoco existe la dominación del idioma y economía a la cual aspiramos como recolonizadores mediante la inmigración ilegal.
Los óscares de Alejandro González Iñarritu no significa que los “güeros” nos acepten en la casa y como refiere el internacionalista Eddie Varón Levy seguimos sin entender cómo funciona el sistema en Estados Unidos y eso es lamentable porque hoy el mundo amanece distinto.
UNAS LÍNEAS: Margarita Zavala, su prima la senadora Mariana Gómez del Campo y demás colegas que se subieron a tribuna con susaderas de la campaña de Hillary Clinton deberían ofrecer disculpas por el ridículo hecho además de la interferencia en un proceso electoral extranjero.
ÚLTIMA LÍNEA: “¿Ya ven?, qué bueno que lo trajimos”…dirán saben donde.