
Impiden paso al CRIJ a patronato fundador
CUAUTLA, Mor., 22 de febrero del 2018.- Aunque familiares de víctimas reconocen avances en la búsqueda de personas desaparecidas, en un hecho de trascendencia nacional, el proceso de identificación de cadáveres se percibe a cuenta gotas.
Así lo explica Amalia Hernández, quien impulsó la exhumación de cadáveres que la entonces Procuraduría Regional Oriente mantuvo en una fosa común cuando encontró ahí a un familiar plenamente identificado.
Desde el 2015 empujó la búsqueda, exigió y presionó a las autoridades para reencontrar a otras familias.
A la fecha suman nueve cadáveres identificados de los 119 cuerpos encontrados en la fosa ubicada en un panteón particular de Tetelcingo, al noroeste de la ciudad de Cuautla, en la región oriente de la entidad.
Desde diversos colectivos de personas en búsqueda personas desaparecidas, familias mexicanas reclaman una base de datos a nivel nacional que hasta el momento se mantiene en una red ciudadana con el registro de cada comité.
A nivel nacional prevalece la falta de consenso sobre las cifras oficiales que hace señalar a las organizaciones una falta de capacidad tecnológica que oculta la dimensión del problema en el país.
En Morelos, además de la fosa común en Cuautla está pendiente la exhumación de otra encontrada en Jojutla, al sur de la entidad, que quedó suspendida por falta de espacio para la re inhumación de los cadáveres.
“Ya están terminadas dos fosas y da pauta para retomar los trabajos de Jojutla pero aún hay más en Tetelcingo”, sin embargo, con la remoción de Javier Pérez Durón como titular de la Fiscalía General del Estado de Morelos hace unos días, los familiares advierten un retraso importante en el proceso.
En un comunicado, la dependencia estatal asegura que para lograr los resultados se mantiene un trabajo con la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Científica y las áreas de la Fiscalía en Morelos a fin de realizar la toma de muestras de ADN y los estudios de medicina forense.