
Gestión de desastres naturales
A un mes de la movilizacion del Frente Amplio Morelense a la Secretaría de Gobernación el titular Miguel Angel Osorio Chong continúa sin recibir a los liderazgos del movimiento. Y no lo hará.
Empero a los inconformes no les apremia el tiempo, el reloj político ya corre a su favor porque a la entrada del penúltimo año de la administración graquista resulta ilusorio un juicio político sin voluntad del gobierno federal a intervenir en Morelos. Tampoco sucederá.
El genuino interés del movimiento liderado por el rector de la UAEM, Alejandro Vera, es mantenerse en una guerra mediatica y de presión económica hasta el ocaso de gobierno morelense, sin medición real sobre la aceptación social, aunque las redes sociales y diversas expresiones en las calles dan cuenta del descontento contra la administración.
El gobernador Graco Ramírez está preocupado, su pilar punta “Beca Salario” no tiene un centavo de participación en el presupuesto 2017 y aunque dedicó el último año a enarbolar ese subsidio como de su autoría ahora exhiben que es programa federal.
Tales mermas, el desgaste social y con recursos limitados obligarían a la administración local endurecer medidas recaudatorias lo cual sería agua al molino del Frente Amplio en la encomienda de presentar al PRD en el más bajo nivel de aceptación hacia el 2018.
La cuerda de la disputa sin embargo se ha adelgazado. Graco Ramírez presiona para que al rector Alejandro Vera y el vocero del movimiento, Javier Sicilia, reciban citatorios de la PGR por presunto desfalco millonario al presupuesto universitario.
La Auditoría Superior de la Federación (ajena al gobierno estatal) consignó expedientes por cuentas no esclarecidas, aunque aun el periodo de desahogo de pruebas es largo y ello da tiempo al rector para ensamblar la defensa.
La estrategia de los líderes disidentes hasta ahora se maneja casi a la perfección e incluso han hecho ver ingenuo al gobierno del estado cuando éste emprende la ofensiva.
En realidad es que las partes juegan su batalla sin apuros. El ejecutivo local aguarda a las pesquisas de una presunta malversación que tiene entre manos para ahorcar al rector.
Enfrente conducen su estrategia de relevos. Cuando el rector ya se ha expuesto entra a escena Javier Sicilia y viceversa. Unos días es la UAEM el foco de atracción luego sale a protestar el movimiento de transportistas, los burócratas, abogados o antorchistas.
Hasta la primera catorcena de octubre estará cubierta la nómina de la UAEM. Pareciera que la huelga de hambre de apenas unas horas del rector Vera surtió efecto para conseguir la promesa de 100 millones – de los cuales solo les han entregado la mitad-
El mismo gobierno de Graco Ramírez alza la mano para adjudicarse la gestión del recurso. De ser así logró levantar el ayuno del rector Vera en la Plaza de Armas y aunque fueran entregados los restantes 50 millones para la nómina de noviembre el déficit universitario continuará.
¿Haría otra huelga de hambre el rector o cuantas fueren necesarias para pedir que le cubran los salarios? Obvio no, así lo vieron en Casa Morelos y sonríen haberle quitado a Vera un instrumento de presión.
Así juegan las cartas cada lado y en tanto la multicitada “mesa de diálogo” es utopía discursiva la cual ya no importa.
Gobierno y liderazgo universitario sobpresaron su V1 -en aviación se le conoce como el punto donde ya no se puede abortar el despegue- pero, sin duda, alguna de las naves caerá.
El gobernador anhela como nadie ver encarcelado al rector Vera.
ULTIMA LÍNEA: El cuarto informe, pobre difusión; fue mas nota el cierre de la autopista.