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Cuauhtémoc marca la ruta
La opinión generalizada que la sociedad tiene respecto a l@s Abogad@s, es que las personas con frecuencia hacen escarnio de esta profesión mediante chascarrillos y chistes, presentando a esta profesión como desdeñable. El día del Abogado, es la ocasión propicia para hacer algunas reflexiones al respecto.
Toda persona que se dedica a cualquiera de las disciplinas profesionales debe observar un comportamiento ético, particularmente l@s Abogad@so estudios@s del derecho, porque la ética tiene que ver con el conjunto de los principios, valores y normas morales que rigen la conducta del abogado. Desde el punto de vista del interés social y de las buenas costumbres, l@s Abogad@s son el cimiento de la construcción e impartición de justicia. Por tal motivo la ética del abogado debe ser una garantía para la impartición de justicia y de su éxito del profesional.
Pero cabe preguntarse: ¿por qué se celebra el 12 de julio el Día del Abogado? Al respecto recordaré que en el año de 1553 se estableció en México la Real y Pontificia Universidad, asimismo don Bartolomé de Frías y Albornoz leyó la Prima de Leyes; años más tarde el 12 de julio de 1539 se fundó la impartición de la cátedra de Derecho en América Latina, teniendo como sede la Nueva España.
Con el pasar de los años y tomando en cuenta esta fecha y acontecimiento como antecedente, el Día del Abogado se celebró en México por primera vez en 1960, gracias a un decreto presidencial emitido por Adolfo López Mateos; razón por la que este día los mexicanos celebramos a quienes se encargan de defender y hacer cumplir las leyes.
En el año de 1834, Jeremy Bentham en su obra de Deontología o ciencia de la moralidad, fue quien introdujo el término de la Deontología, que esencialmente es la ética profesional o deontología profesional o mejor conocida como la “teoría del deber”, la cual es la rama de la ética aplicada, cuyo propósito esencial es establecer los deberes de quienes ejercen una profesión.
Finalmente diré, que para recuperar la confianza y credibilidad de la sociedad en la profesión de abogado, es oportuno que l@s Abogad@s hagamos una profunda reflexión y trabajemos para recuperar la dignidad de la profesión incorporando en nuestra conducta diaria la Ética y Deontología Jurídica, ya que la misión es velar por la impartición de justicia.