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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de abril de 2019.- Investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron una conferencia de prensa sobre la reciente actividad Popocatépetl donde explicaron que el aumento de los sismos vulcanotectónicos se registra a raíz del sismo del 19 de septiembre del 2017.
En la conferencia estuvieron presentes expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y demás integrantes del comité científico asesor del volcán Popocatépetl.
Durante la presentación, se destacaron cuáles fueron las características de los cambios detectados en el comportamiento del Popocatépetl y que motivaron el cambio de alerta de amarillo fase 2 a amarillo fase 3. De entre los cambios observados se informó a través de un comunicado que replicó SkyAlert que además, se registra el cambio en la composición de los gases Aumento en la relación de CO2 (dióxido de carbono) y SO2 (dióxido de azufre) desde enero de 2019.
Emplazamiento y crecimiento del domo de lava No. 82 del 14 al 17 de febrero de 2019. Secuencia de explosiones que destruyeron el domo de lava del 23 de febrero al 15 de marzo de 2019.
Las explosiones continuaron sin la presencia del domo de lava. Por las últimas explosiones el cráter ahora es más profundo a causa de las explosiones recientes y que, la profundidad no implica o modifica los riesgos existentes. Robin Campion, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, indicó que la causa de las explosiones es la acumulación de los gases dentro del conducto; estas explosiones son anticipadas por la diminución de las emisiones de gases.
A causa de estos cambios observados, donde se han registrado explosiones sin la presencia de un domo de lava, existen tres escenarios posibles en orden de mayor a menor probabilidad:
La actividad regresa a su característica anterior: desgasificación pasiva y tranquila del magma profundo con posibles nuevos ciclones de construcción y destrucción de domos.
La actividad sigue con explosiones de intensidad moderada separadas por horas a días de calma y acumulación de gases.
Después de un largo periodo (días a semanas) sin explosiones ni emisión de gases, la presión acumulada se libera de manera rápida pudiendo desencadenar la despresurización de todo el sistema que pudiera detonar una erupción de gran magnitud.
Cualquiera de estos escenarios que pueda desarrollar el Popocatépetl, se pueden observar a través del sistema de instrumentación permitiendo modificar el nivel de alerta con anticipación en caso de una actividad que represente riesgo para las poblaciones cercanas al volcán, señalaron los investigadores durante la conferencia.
Por ahora el semáforo de alerta permanece en amarillo fase 3 y no se contemplan evacuaciones. La recomendación más importante es mantener el radio de seguridad de 12 km desde el cráter y estar al pendiente de información del comité científico asesor.