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CUAUTLA, Mor., 12 de agosto del 2019.- El Manifiesto a la Nación, está en tres lugares: en forma de mecanuscrito en el archivo Gildardo Magaña de la UNAM, la copia del manuscrito digitalizado por Elvira Pruneda en el Museo Casa Zapata pero, el original en la casa de María Félix Aragón, nieta del Coronel Francisco “Chico” Franco Zalazar redescubierto este año como el documento fundacional del zapatismo.
El historiador y periodista cultural, Mario Casasús dio a conocer diversas solicitudes a la Coordinación Nacional de Memoria Histórica cuyo consejo encabeza Beatriz Gutiérrez Müller sin que haya respuesta alguna hasta el momento a fin de que estos documentos se pongan a disposición del público.
Una caja de hojalata guardó los documentos que Emiliano Zapata heredó a Chico Franco, su primo y secretario particular desde el año de 1909 cuando el consejo de ancianos presidio por Don José Merino le da el cargo a “Miliano” y con ello, la herencia de los conocimientos que demostraban la autenticidad de las tierras de Anenecuilco.
La relevancia de Chico Franco después de la muerte del General ha sido recuperada por el trabajo documentalista. Huyó y fue perseguido por querer hacer cumplir la restitución de las tierras para Anenecuilco conforme a los títulos primordiales pero además resguardó el Manifiesto a la Nación, hecho en octubre de 1915 que se encontró traspapelado entre el archivo familiar.
Se trata del documento que antecede la Ley Agraria y que es posterior a la Soberana Convención Revolucionaria de 1914 que se hizo en Aguascalientes y que continuó en Cuernavaca; es para el historiador, un documento que sintetiza la visión de la era revolucionaria que aún debe ser estudiada.
Mario Casasús, conoció desde niño a Jesús Sotelo Inclán al ser también biógrafo de su tatarabuelo, Ignacio Manuel Altamirano y es quien tiene en estudio la herencia historiográfica de Sotelo Inclán quien junto con Chico Franco construyó el libro “Raíz y Razón de Zapata”.
“Después de un maduro estudio y prolongados debates en que vibró la noble pasión del revolucionario y atronó el ambiente la protesta colérica del derecho conculcado que fue a chocar con la inevitable resistencia de los viejos prejuicios para hacer triunfar a la postre la idea generadora y fecunda; la soberana convención Revolucionaria presenta al país como fruto de sus labores el adjunto Programa de Reformas Sociales y Políticas”, así escribe el primer párrafo del manuscrito.
En él descuella como principio el más alto y el más honroso, la devolución de tierras a los despojados y el reparto de las haciendas y de los ejidos entre los que quieran hacerles producir con el esfuerzo de su brazo”, continúa.