Reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas/Jorge Meade

Siendo Líder Juvenil el 13 de septiembre de 1982, tuve la oportunidad en la sede de la 24ava Zona Militar de mi estado de participar en la ceremonia recordando a los Niños Héroes del Heroico Colegio Militar; jóvenes mexicanos que libraron una Gesta Heroica que todas y todos recordamos en defensa de nuestra soberanía. Con el paso de los años como estudiante, ciudadano, profesionista y servidor público, en diferentes partes del país conocí la participación de los integrantes de las Fuerzas Armadas, siempre comprometidos y leales con la Paz de nuestro país; Fuerzas Armadas que nunca se han cansado de auxiliar a miles de familias de mexicanos en desastres naturales, en temblores, inundaciones, velando siempre por su seguridad. Sin duda hay cientos de anécdotas de niñas, niños, mujeres, jóvenes, en el campo, en la ciudad, en zonas marginadas, en la sierra, que han sido atendidos y  apoyados por nuestros soldados. 

De estudiante, mi generación conoció de golpes de estado; militares que ambicionaban el poder y lo tomaron a la fuerza, Sudamérica era una referencia  en países como Chile, Venezuela, Nicaragua, entre otros, fueron ejemplos de cómo irrumpieron las democracias de esos países por la fuerza.

En el año 2000 llegó en México la alternancia presidencial donde se refrendó la lealtad e institucionalidad ejemplar de las Fuerzas Armadas, que sin simulación atendieron siempre la convocatoria por la disciplina de su Jefe Supremo y el Presidente de México, sin importar siglas, colores o partido.

La historia moderna nos dice que en cualquier crisis que México ha enfrentado, tanto  política, social, como económica, los integrantes de las Fuerzas Armadas de nuestro país, han contribuido a mantener la estabilidad y la paz social.

Como anecdotario, en Morelos cuando fue la visita del presidente de EE.UU Jimmy Carter, quien fue recibido por Presidente José López Portillo en día 16 de Febrero de 1979 en la comunidad de “Ixtlilco el Grande”,  municipio de Tepalcingo, se discutía entre los integrantes del FBI y del Estado Mayor Presidencial Mexicano sobre quién cuidaría de la seguridad de los presidentes; una expresión definió quién lo haría al mencionar en México en la época moderna nunca nos ha matado un presidente y el Estado Mayor de manera ejemplar cumplió con su misión.  

No desconozco que en los diferentes hechos existan conductas que han atropellado a la sociedad civil por alguno de sus elementos, pero sin duda -y de manera afortunada-, son muchos más las historias y hasta hazañas que se han realizado por parte de las Fuerzas Armadas en favor de la población.

Basta recordar en Morelos durante el temblor del 19 de septiembre del año pasado, acompañando al presidente Enrique Peña Nieto, con la presencia del Secretario de la Defensa General Salvador Cienfuegos donde estuvieron presentes los integrantes de las Fuerzas Armadas,  con un gran compromiso social y humanitario, rescataron dentro de los escombros vidas humanas, vacunando, dando alimentación, administrando albergues y organizando a las comunidades y población más necesitada. Ante todo ello, rindo un reconocimiento a los integrantes de las Fuerzas Armadas y en forma especial a los integrantes del Estado Mayor Presidencial.