
El Legado de Francisco
De acuerdo a hechos y sucesos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, magistrado Rafael Guerra Álvarez dirige las políticas públicas de justicia en Morelos.
Los antecedentes del magistrado Guerra datan del 2012, cuando el candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador se enfrentó con Enrique Peña Nieto en los comicios de ese año.
Rafael Guera Álvarez era representante legal de Andrés Manuel López Obrador, a quien defendió en los diversos litigios electorales, intentando rescatar la presidencia que el abanderado tricolor Enrique Peña, les había ganado en las urnas.
El representante legal de AMLO no tuvo éxito en las impugnaciones, pero quedó firme el sentimiento de gratitud del candidato con su equipo jurídico, entendiendo que los pleitos jurídicos no siempre son ganables.
A pesar de todo lo vivido, el equipo político del candidato siguió construyendo su proyecto y el licenciado Guerra se convirtió en un pilar fundamental del mismo, lo que significó que una vez llegado al cargo que afanosamente buscó, mostró gratitud con todos aquellos que le ayudaron a lograr la silla presidencial.
El licenciado Rafael Guerra no fue la excepción, ya que AMLO lo impulsó para hacerlo magistrado en la ciudad de México y convertirlo durante el mandato de Claudia Sheinbaum en presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México a partir del año 2022.
Desde el seno del Poder Judicial en la ciudad capital, el magistrado Guerra le operó todos los temas de interés al gobierno en el poder y durante el mandato de López Obrador cumplió todos los caprichos que se le encomendaron.
Mientras lo anterior ocurría, en Morelos arribaba a la presidencia del Tribunal Jorge Gamboa Olea, quien actuando con astucia y aprovechando los foros de presidentes del tribunales en todo el país se fue incrustando al equipo del magistrado Guerra.
Dio forma así a una gran relación que permitiría que lograra no solamente culminar en paz su primer mandato al frente del tribunal del 2022 al 2024, sino que incluso duplicara un período más con la ayuda de su amigo, el magistrado Rafael Guerra Alvarez, quien se encargó de operar ante la Suprema Corte de Justicia el voto del ministro Alberto Perez Dayan, en aquella controversia constitucional , que había promovido el presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Morelos, en contra del decreto emitido por el congreso morenista de Morelos que le daba a Gamboa dos años más en el poder.
La mencionada controversia no reunió los votos de los ministros para invalidar el decreto impugnado, logrando así, quedarse Jorge Gamboa un periodo de mandato más para quedarse al frente del Tribunal de mayo del 2024 a mayo del 2026.
En aquella ocasión que la corte conocería de tal controversia constitucional, Jorge Gamboa recurrió a su amigo Rafael Guerra, a quien, se dice, le juró ser afín a los ideales de MORENA, usando el mismo discurso con el que había convencido a Graco Ramírez para que lo impulsara como magistrado en el 2016.
Una vez que Margarita González Sarabia logró la gubernatura de Morelos, Jorge Gamboa se acercó a su amigo Rafael Guerra para que lo recomendara. Ya antes lo había hecho para ser aceptado por Cuauhtémoc Blanco.
Fuentes extraoficiales cuentan que los magistrados Rafael y Jorge comieron en un restaurante de la Ciudad de México con la gobernadora Margarita. Es una persona de mucha confianza y leal a AMLO le habría dicho el primero a la última.
Desde entonces, Margarita, de acuerdo a los hechos, ha tenido demasiadas consideraciones a Jorge Gamboa por sobre todas las cosas, sobre sus notorios errores y deslealtades que tienen al poder judicial en una crisis catastrófica.
La arrogancia de Gamboa pronto dio problemas a Margarita, ya que no fue capaz de unificar a los magistrados del tribunal de Morelos.
En muchas ocasiones buscaron los magistrados su destitución, logrando el propósito el 19 de marzo del presente año, fecha en la que fue elegido como nuevo presidente del tribunal el magistrado Juan Gabriel Vargas, dando surgimiento desde entonces a un tribunal opaco, sin rumbo y sin cabeza.
Ambos se dicen presidentes sin serlo, el poder judicial no tiene cabeza en Morelos. Margarita intentó, difunde el propio Gamboa que a toda costa que siguiera al frente del tribunal. Nadie le dio jalón, carece de representatividad dijeron a la mandataria.
Desde aquel evento, el poder judicial está vacante, lo han advertido a menudo los abogados de Morelos. Pero nadie los toma en cuenta. Rafael Guerra sigue operando junto con Gamboa la justicia en Morelos.
El congreso intentó corregir la plana parchando la Reforma Judicial para incluir facultades de aprobación de una terna de magistrados al cargo de presidente. El ejecutivo frenó la pretensión y no ha publicado la reforma en el periódico oficial y así se mantiene así en el cargo Jorge Gamboa.
Jorge se irá cuando Rafael Guerra Álvarez lo decida. Así de claro está el panorama en Morelos.
Entre tanto, el pueblo de Morelos y los abogados que se aguanten, al fin carecen de fuerza. Así lo dice Gamboa cuando se refiere al gremio jurídico, razón no le falta.