
Gestión de desastres naturales
En 22 AÑOS PERDIMOS LA SOBERANÍA ENERGÉTICA
Inicia 2017 cargado de expectativas sombrías por el multinombrado asunto de la gasolina. La realidad es peor a lo expuesto en notas oficiales para explicar el aumento de combustibles y está previsto que se desborden las protestas con turbas enardecidas.
La quita del subsidio a la Magna, Premium y Diesel fue medida postergada al límite donde el gobierno de Felipe Calderón emprendió la queja a ese gasto en la justificación de los aumentos sucesorios durante su mandato. Empero la ciudadanía trina contra Enrique Peña Nieto porque el cuento de la reforma energética pintó otro escenario.
La reforma energética incluso no ha logrado ser implementada puesto que aun se encuentra en proceso de adjudicación la explotación de yacimientos petrolíferos y gas.
Es la reforma fiscal la que no logró cubrir los faltantes de la merma por la caída de los petroprecios y tampoco aumentó la base de contribuyentes mientras generó nuevas cargas a los cautivos. La corrupción impidió ser funcional a la más importante enmienda constitucional.
El descontento es manifestado en casi la totatildad de la república e incluso diputados del PRI critican al titular de Hacienda, José Antonio Meade, de no haberlos ni consultado para el aumento a los combustibles.
La diputada Rosalina Mazari fue contundente y aun en contra de la disciplina impuesta en el tricocolor rompió silencio al señalar que la Hacienda federal debió explorar otras rutas como bajar la nómina del gobierno antes de afectar a la población.
“Aprobamos la liberación del mercado para generar competencia, no esta alternativa ventajosa para tener ingresos”, criticó la oriunda de Puente de Ixtla.
¿CÓMO ES QUE LLEGAMOS A ESTA CRISIS?
Desde 1995 arrancó la espiral declive de Pemex cuando en la urgencia de llenar la bóveda del Banco de Méxco fueron puestas en garantía las instalaciones petroquímicas de la paraestatal sobre el crédito emergente concedido por el gobierno de William Clinton en aquel brutal inicio de año.
Es a partir de entonces que el país entró en ruta hacia la pérdida de la soberanía energética. Complejos petroquímicos como Pajaritos, La Cagrejera, y Cosoleacaque cayeron en déficit presupuestal bajo la consigna de privilegar la extracción de crudo en alineación a las condiciones extranjeras para ser salvados de la crisis.
Durante los gobiernos panistas la explotación del yacimiento Cantarell fue descomunal y con Calderón al pozo le extrajeron 2.5 millones de barriles diarios, no obstante las advertencias de expertos en materia sobre liquidar a la gallina de los huevos de oro. Hoy en franco declive entrega 1.7 millones.
En el penúltimo año del gobierno de Calderón (2011) al país ingresaron 49 mil millones de dólares de ventas petroleras mientras en el recién concluido (2016) las ventas fueron de 15 mil millones, es decir la tercera parte, por ello a este 2017 no alcanzó para el subsidio.
El precio del crudo estuvo arriba de los 100 dólares en la pasada administración federal y resultó un sinsentido que las utilidades fueran ocupadas en gasto público sin hacer una sola refinería para dejar de comprar gasolinas caras en Estados Unidos.
Destaca el gran fiasco de una nueva planta de refinación con el terreno comprado en Hidalgo donde nada mas levantaron la barda no obstante el anuncio rimbombante del ex presidente Calderón sobre esa ficticia instalación.
Estaba cantado. En tanto se privilegiara la sobreexplotación del crudo y desatendiera la transformación petrolera el escenario sería el actual: menos producción de barriles, dejar de convertir nuestro recurso y la caída de los precios internacionales conllevaron al desabasto.
Para mitigar el impacto y seguir en la adquisición de combustibles foráneos ahora retiran el subsidio sin posibilidad de brindar recursos a las refinerías nacionales que pudiesen mitigar la escasez.
Fue irresponsable el ex hacendario Luis Videgaray en obstinarse a conservar el gasto público con niveles peligrosos para los pagos de deduda. Dieron cuenta de ello las calificadoras hace meses y advirtieron una baja en la calificación crediticia nacional.
Sin embargo donde más despidos ocurrieron fue en Pemex, que paradojicamente, en los gobiernos de Fox y Calderón inventaron una nueva Dirección Corporativa (Operaciones) con más de 14 mil empleados nuevos de confanza y altos puestos de superintendentes a gerencias. Hoy ya fue desaparecido ese monstruoso tentáculo.
Para Bill Clinton la medida de financiar a México fue indispensable porque –según sus memorias- “habría un incremento de 30 por ciento en el flujo de la inmigración mexicana indocumentada, medio millón de personas más cada año”.
Advirtió el marido de Hillary sobre “el error de diciembre” que los mexicanos no podrían adquirir productos estadunidenses, los narcotraficantes se aprovecharían de un país empobrecido y el impacto de crisis tendría resonancia en el mundo. Hoy las circunstancias, empero, son como las vislumbró Clinton: crimen organizado reinante, carestía, pobreza y migración masiva.
El crédito de 25 mil millones de dólares que obtuvo el gobierno de Ernesto Zedillo fue indispensable porque las reservas de México se habían reducido a 6 mil millones de dólares y tenía al frente cumplimientos de deuda sobre 30 mil millones de los cuales 10 mil estaban por vencerse al primer trimestre de 2005, eran los temibles tesobonos del salinato.
En pago por el crédito de los 25 mil millones de dólares, “México se comprometería a realizar reformas financieras y a reportar a tiempo sobre su estado financiero para evitar que la crisis volviera a ocurrir”, reseñó Clinton.
Omitió mencionar el ex huésped de la Casa Blanca que debíamos dejar de pensar en la producción de gasolinas y otros derivados del petróleo por lo cual hoy vemos este escenario apocalíptico.