
Cuauhtémoc
En ausencia del gobernador Graco Ramírez, de gira por China, la secretaría de Gobernación federal cambió a su representante en Morelos al designar a Juan Molina Arévalo en sustitución de Gerardo Cubría Bernardi. En las entrañas del poder ya no pasa desapercibido que el trato entre Bucareli y el Ejecutivo estatal cambió radicalmente en 14 meses.
En enero de 2016 Cubría se presentaba con Graco Ramírez bajo la temática oficial de trato respetuoso, colaborador y coordinado. Impensable en aquel momento de sonrisas que pudiera sobrevenir algún alejamiento máxime las constantes visitas del Presidente Enrique Peña Nieto o el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong a Morelos.
Ahora es distinto. Desde diciembre pasado el dirigente del PRD en el estado, Rodrigo Gayosso, abrió un frente con la dependencia federal al acudir a Televisa en el matutino de Carlos Loret de Mola a señalar a Osorio Chong de respaldar la permanencia de Cuauhtémoc Blanco en el ayuntamiento de Cuernavaca sobre los intentos del gobierno morelense por removerlo.
La presencia del primer mandatario o el responsable de la política interna nacional cesaron en suelo morelense. En calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Graco Ramírez también ha generado roces con el el Ejecutivo federal como sucedió en enero de este año al no respaldar el tema del “gasolinazo”, por el contrario lanzó emplazamientos al secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
Juan Molina Arévalo ha sido emisario de la Segob en Jalisco, Puebla, Oaxaca y Tlaxcala. En tierras oaxaqueñas se decía que le dictaba la plana al ex gobernador Gabino Cué quien nunca logró imponerse a la beligerante sección 22 de la CNTE magisterial.
En Puebla alcanzó pactos con el ex gobernador Rafael Moreno Valle y a Tlaxcala fue señalar los déficits en materia de seguridad.
El nuevo delegado aparece después de que su ahora antecesor, Cubría Bernardi, obsequiara una flor al gobierno de Graco en la confrontación con el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, al ponerse del lado del gobierno morelense sobre llamar al orden al purpurado por su presunto activismo político.
Tampoco es un secreto en los círculos del poder que Cuauhtémoc Blanco sí tiene comunicación directa con Bucareli pero no así con el ex delegado Gerardo Cubría.
El relevo en la representación de Segob durante la ausencia de Graco abre paso a la confirmación de puentes rotos o al menos un amplio vacío. La luna de miel de los primeros tres años acabó y el alejamiento ahondará al paso del proceso electoral.
En casa de gobierno tampoco pueden pasar por alto demasiados frentes unidos sobre la misma causa de crítica férrea sobre la gestión de Graco Ramírez y el actuar de su hijastro dirigente del PRD local
El rector de la UAEM, comités de víctimas, barra de abogados, coordinadora morelense de movimientos ciudadanos, ayuntamientos como el de Cuernavaca, Iglesia católica, senadores sumados a Morena, el panista Javier Bolaños y Gobernación federal de adversarios no suena nada bien así se trate del presidente de la Conago.
¿Cuál es el mensaje que envían desde el Palacio de Cobián al mandatario de Morelos con el relevo en la delegación federal? El haberlo hecho durante su ausencia no es precisamenrte cortesía, a menos que Graco decidiera irse de viaje sin esperar el relevo.
En agosto caerá el telón, afirman los más osados.