
Gestión de desastres naturales
Por el Ing. Jorge Messeguer Guillén Expresidente estatal del PRD
Hablar del futuro del PRD en agosto del 2018, después de vivir la experiencia de estar a punto de perder el registro nacional, y de haberlo perdido en muchísimos estados de la república, es motivo de una reflexión profunda tomando en cuenta desde el origen del PRD a partir del desarrollo histórico de la izquierda mexicana hasta su gran aportación a la apertura democrática en el país. Una reflexión y análisis que explique objetivamente desde la fundación del partido como una esperanzadora opción de transformación revolucionaria a través de la democracia, hasta llegar a ser el cascaron hueco en el que se ha convertido al PRD el día de hoy.
¿Qué fue lo que pasó en la elección 2018, eran previsibles tan desastrosos resultados?
El PRD planteó a nivel nacional la conformación de un frente plural que tuviera como eje principal el cambio del sistema político mexicano hacia la implementación de un gobierno de coalición, con un enfoque más parlamentario; generar pesos y contrapesos, acuerdos para gobernar al país y privilegiar la agenda nacional sobre agendas de partidos. Sonaba muy bien de cara al crecimiento de la opción que representaba la restauración del presidencialismo tradicional y exacerbado por la vía de Morena; sin embargo en la práctica el llamado “Por México al Frente” resultó ser un vulgar acuerdo de cúpulas y de repartición de espacios y candidaturas. El PAN (dividido internamente) la candidatura presidencial de la república, el PRD ( en la ruta de desfondamiento ) la jefatura del gobierno de la CDMX, las listas del Congreso, los distritos, algunas gubernaturas, etc. El “Frente” no prendió en la militancia ni en los simpatizantes ni del PAN, ni del PRD ni de MC, ni de la sociedad civil en general.
El Frente acabó disputando el segundo lugar con el viejo PRI, dejando la vía libre para la opción que a la postre ganó la elección con un enorme margen y legitimidad.
En este escenario de un “Frente frío” y carente de contenido se dieron los resultados siguientes: de la votación total que obtuvo el PRD, alrededor de 3 millones de votos, nada despreciable, la mitad de estos ciudadanos votamos por AMLO, me confieso como uno de esos votantes. Esto quiere decir que el triunfo de AMLO es también el triunfo de la mitad de los votantes perredistas. ¿Alguien le preguntó a la militancia y a los simpatizantes si el PRD debería de ir aliado con el PAN o preferían apoyar a AMLO?. Hoy los números de la elección nos dan la respuesta. Guardemos esta idea que nos será útil para plantear la definición futura el PRD.
¿Qu pasó en Morelos, Tabasco, CDMX, y demás territorios gobernados por el PRD?
El PRD sufrió la derrota más estrepitosa de su historia, propiciada en gran parte por ex perredistas convertidos y por una cadena de errores de cada entidad en particular; pero sobre todo por la preservación de las cuotas de las corrientes nacionales pasando por sobre el proyecto mismo. Los “Chuchos”, los “adeenes”, los de “vanguardia” y otros más.
Hablemos de Morelos: En Morelos ganó el enojo ciudadano, el hartazgo de la gente, el rechazo abierto a un gobierno que paradójicamente ha sido el mejor gobierno de Morelos en décadas, ahí están los resultados en salud, educación, seguridad. La gente no lo percibe de esa manera, todo lo contrario.
En Morelos el PRD extravió el rumbo, varios importantes líderes del partido emigraron a Morena por un interés personal legítimo y por diferencias con la política monolítica y la imposición dentro del propio PRD.
El exceso de confianza y la imposición fueron los verdugos de esta historia. O estás conmigo o estás contra mí. Se cerraron los espacios de dialogo y debate, propios y característicos del PRD que nos daba identidad.
El ejemplo plástico de este encadenamiento de errores fue la propia candidatura a la gubernatura, que sin demérito del propio candidato, representó ante la sociedad lo que la misma sociedad rechazaba.
Adicionalmente se canceló la posibilidad de alinear al PRD-Morelos con la elección presidencial. Se torpedeó la posibilidad de construir el Frente Nacional en el estado; en lo que concierne al frente local es entendible hasta cierto punto por la postura cerrada de la dirigencia estatal del PAN; pero cancelar el Frente Nacional, con todo y sus asegunes, en las candidaturas federales a diputados y senadores y quedarnos sin referente y por tanto sin candidato a la presidencia de la república, creyendo que Morelos era un islote en el concierto nacional donde el tema mediático diario era precisamente la elección presidencial, fue un grave error estratégico . “Solos podemos” se decía, cuanta soberbia. Ahí está el resultado. El PRD y el candidato se disputaron el segundo lugar con el PAN, “aliado nacional”, dejando el camino libre a la opción que arrasó la elección, en todos los distritos federales y locales, senaduría, gubernatura y gran parte de los municipios.
La gran alianza estatal fue con el PSD, el mismo partido y los mismos actores políticos que tuvieron la ocurrencia de traer a un ídolo del futbol, ajeno completamente a Morelos y sin cumplir con los requisitos de elegibilidad, para hacerlo candidato a la presidencia de Cuernavaca y que meses más tarde el alcalde en funciones (hoy gobernador electo), los hizo a un lado del ayuntamiento por supuestos malos manejos financieros. Más que una alianza que sumara votos, genero lo contrario, la gente lo percibió negativamente.
La simulación y el auto engaño ha sido muy dañino para el PRD:
Las prácticas y los mecanismos internos de elección de las dirigencias, la conformación de los Consejos respectivos han propiciado el clientelismo cuya consecuencia es la simulación.
El PRD tiene miles de afiliados en Morelos sin ninguna filiación partidista.
Afiliados que a través de mecanismos de cooptación (despensas es el más recurrente) aparecen en el padrón del partido, pero que no guardan ningún vínculo con el mismo. Las corrientes afilian según su presupuesto, y más que una afiliación se convierte en una especie de licitación: el que tiene más recursos traga más pinole.
Se decía que la estructura partidista sacaría adelante la elección, la realidad mostró la debilidad de las políticas clientelares frente al hartazgo de la gente. La estructura fue también una gran simulación. La pregunta es : ¿queremos reconstruir un proyecto político con las mismas prácticas clientelares, el auto engaño y la simulación que casi nos llevaron a la extinción?
Vamos concluyendo:
El PRD se fundó el 5 de mayo de 1989 con el registro del Partido Mexicano Socialista, el mismo que perteneció al Partido Comunista, como una opción para construir democracia y ciudadanía inspirada en los valores de la izquierda: libertad, igualdad, justicia, honestidad.
Desgraciadamente en este andar de casi 30 años, el proyecto original se transformó, se mimetizo con el sistema que quería cambiar y hoy reproduce las viejas prácticas del PRI, lo que decía combatir.
En el interior del PRD se gesta el nacimiento de Morena, su desprendimiento y parto como partido, el voto de la mitad de los votantes perredistas es compartido. Hay diferencias arriba en las cúpulas, abajo hay mucha coincidencia.
¿Cómo a partir de ese registro histórico del PRD proponer, inventar, crear una nueva opción política que no solo nos diferencie de la derecha tradicional del PAN, también del PRI y de Morena?, hoy los tres son muy similares, se parecen, como primos hermanos.
¿Qué hacer con el PRD?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla pero si podemos plantear algunas líneas estratégicas que serían base y guía de un debate posterior:
a) Recuperar los espacios de dialogo y debate abierto y fraternal para darle contenido y razón a la existencia de un partido con una definición ideológica que sea opción política que represente a una parte importante de la sociedad.
b) Nombrar una comisión especial de liderazgos partidistas para discutir la ruta para transformar al partido que aborde temas como la definición ideológica del PRD en el nuevo escenario nacional, principios, programa, siglas, etc.
c) En su momento, nombrar a una dirigencia estatal provisional colegiada, representada por una presidenta o presidente nombrado por consenso de los principales liderazgos partidistas históricos y recientes, que dirija la política y fije posturas claras del PRD en Morelos frente al arribo del nuevo gobierno.
¡¡¡ Democracia Ya, Patria para todos !!!