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¿Cuál es el procedimiento para que una persona reconozca a su hijo?
La gestión de los asuntos públicos requiere de tareas técnicas que la faciliten y mejoren sus resultados. Esto es necesario para garantizar el mejor desempeño en el ejercicio de recursos públicos, la mejor distribución de actividades para el cumplimiento de objetivos y el apego a metodologías o estrategias que permitan el desarrollo de las funciones de la organización pública. Estos elementos permiten que la gestión pública sea estratégica. Lo es porque ofrece valor y beneficio –propósito central de la INTOSAI– al trabajo sustantivo de las organizaciones. También realiza análisis previos con suficiente anticipación para el desarrollo de sus tareas y establece referencias obligadas para el seguimiento y monitoreo de los avances.
Ciertamente las organizaciones públicas evolucionan en tanto las necesidades que atienden se transforman. Sin embargo, influyen casi en igual magnitud: la sofisticación de sus procedimientos, las oportunidades de innovación que surgen en su entorno (por ejemplo, la tecnología) y el ejercicio de planeación constante. Todos estos procesos permiten que las organizaciones públicas mejoren sus capacidades, tengan certeza sobre cuáles son sus tareas y las realicen con apego a lo planteado.
En el caso de las instituciones dedicadas a la fiscalización superior, los procesos de planeación y programación sirven —además de lo señalado— para ofrecer transparencia sobre cuáles serán los procesos de auditoría. La integración de programas de auditoría permite a las y los ciudadanos conocer el trabajo auditor y a los entes públicos que serán objeto de auditoría.
La semana pasada (06 de febrero de 2025) el Programa Anual de Auditorías para la Fiscalización Superior (PAAF) de la Cuenta Pública 2024 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación. Este es el documento que define las auditorías e investigaciones a realizar por parte de la Auditoría Superior de la Federación a la Cuenta Pública. Es el resultado de los procesos de planeación y programación y su integración es fundamental para el ejercicio de fiscalización, y en consecuencia para la utilidad de la política de rendición de cuentas.
La integración del PAAF es una tarea técnica que distingue la rigurosidad de la labor encomendada por la Constitución y la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación a la ASF. Además, es una oportunidad institucional para lograr mejoras continuas en las instituciones a través de la fiscalización superior. Esto sucede porque el marco general de planeación considera cuatro componentes: (1) Análisis de la capacidad operativa, el cual revisa y califica los recursos disponibles y el personal, así como otras circunstancias que influyen en la capacidad de la institución para realizar auditorías o estudios; (2) las fuentes de información para el proceso de planeación, (3) los criterios de análisis de información y (4) los criterios de selección para orientar la identificación de los sujetos y objetos de auditoría.
El proceso de planeación abona al conocimiento de la organización. En consecuencia, repercute directamente en la mayor probabilidad de mejora continua. En adición a este beneficio hacia el interior por el proceso de integración del PAAF, los beneficios hacia el exterior son igualmente notables; destaca el hecho de que los ciudadanos pueden conocer cómo se desarrollará el trabajo auditor de la ASF y la selección de cuáles entes públicos y recursos serán auditados.
Sumado al proceso de planeación, la programación tiene el objetivo de identificar a los sujetos y objetos a fiscalizar. En el caso mexicano, dada la gran cantidad de combinaciones sujeto-objeto que son susceptibles de ser revisadas, la ASF aplica una metodología de programación basada en factores de riesgo y la aplicación de criterios y subcriterios de análisis, los cuales han venido creciendo significativamente en las muestras de auditoría –que en muchos casos ya abordan el 100% de los horizontes a fiscalizar– así como en el número de auditorías, abarcando cada vez más entes en todas las esferas de competencia y niveles de gobierno. Los criterios que se consideran son: (1) el monto de los recursos de los programas; (2) los antecedentes de auditoría; (3) el impacto social; y (4) los diagnósticos de control interno. Estos ofrecen la posibilidad de que los trabajos de fiscalización tengan mayor impacto y mejores resultados.
Resulta gratificante que sea notorio el valor del trabajo de la Auditoría Superior de la Federación. Durante diferentes momentos del proceso de fiscalización se hace evidente este valor, por ejemplo, la entrega de los informes como el que ocurrirá el próximo 20 de febrero al presentarse a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública. Todo esto garantiza una rendición de cuentas y fiscalización que ofrece resultados con legalidad, imparcialidad y confiabilidad.