Opinión/Vida Política

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno estatal, alegremente y de saliva, está en la espera de que en este mes de junio haya recursos para el rescate de los municipios, con herencia en laudos laborales.

Sin embargo, el dinero no será para todos los presidentes municipales, solamente hacia aquellos que mantienen un “buen comportamiento” y responden a las “necesidades” del gobierno estatal.

El hoy secretario del Trabajo y ex diputado local del Partido Nueva Alianza, Francisco Santillán Arredondo, todavía desconoce con precisión cuándo serán utilizados los recursos para el pago de laudos por parte de los ayuntamientos en problemas, que son un total de 22.

El problema es que los alcaldes han iniciado con la desconfianza, debido a que de las perrogativas financieras que reciben del gobierno federal la Secretaría de Hacienda del Poder Ejecutivo desde el mes de enero comenzó a descontar el dos por ciento correspondiente para terminar con esa vieja y pesada herencia.

La situación que viven algunos ediles es que hoy sobreviven por la protección de la justicia federal, de lo contrario los juzgados laborales del estado ya no sólo los hubiesen sancionado económicamente, sino también encarcelado.

Hay presidentes municipales que viven con severos problemas financieros que a pesar de las denuncias iniciadas contra quienes los antecedieron en el cargo, ellos pagan los platos rotos, mientras que los ex ediles viven en el paraíso de la impunidad que habita en Morelos.

A Francisco Santillán Arredondo sin duda alguna su nueva encomienda le ha quedado grande, la silla heredada podría reventar en cualquier momento ante su desconocimiento del área.

El tema de los laudos que le dejó quien lo antecedió en el sillón prácticamente ya solo era de repartir los recursos conforme a derecho, porque los propios alcaldes cumplieron con su labor desde el momento que sin pedir permiso el Poder Ejecutivo les descontó el dos por ciento de sus prerogativas económicas.

Los descuentos realizados a principios del año por parte de la Secretaría de Hacienda a los 33 municipios, sin saber si hay problemas con laudos laborales, conforme a lo revelado por los propios alcaldes ha provocado una recaudación sobre los 400 millones de pesos en cinco meses.

Luego entonces la pregunta es: ¿Qué hará el gobierno de Graco Ramírez con más de 700 millones de pesos?

Y son más de 700 millones de pesos los que su destino son desconocidos, porque solamente 300 millones de pesos están destinados para el pago de laudos laborales y obras de infraestructura “a beneficio de la sociedad”.

De ello, quizá más por desconocimiento, el secretario del Trabajo en Morelos, Francisco Santillán Arredondo, solamente dé declaraciones sin sentido, sin que realmente traigan tranquilidad a los alcaldes, pero con la intención de únicamente tener públicad gratis en los medios de comunicación.

Es más, Santillán Arredondo aprovecha los espacios para continuar con su campaña electoral adelantada, en busca de la candidatura al gobierno de Cuernavaca por la coalición de Nueva Alianza y el Revolucionario Institucional. ¡Que vergüenza dan los nuevos políticos o remedos de lo mismo!.