Campañas con más propuestas.
Por: Jorge Meade Ocaranza. @Jorge_Meade
La reconciliación de la sociedad en el marco de la pluralidad y la diversidad es un llamado permanente de José Antonio Meade.
Se trata de reconocer aquellos actos, acciones y conductas de servidores públicos que han lastimado a la sociedad y que han actuado fuera de la ley y alejados de toda ética, de reorientar las acciones que el gobierno debe emprender en la prevención, combate a la corrupción y la impunidad, las propuestas de Meade son claras, establecer compromisos y modificaciones a la ley, a través de una cirugía mayor, no paliativos, que atienda de fondo y den respuesta a las demandas y desafíos que la sociedad Mexicana plantea para generar confianza en el gobierno,
en síntesis impulsar un gobierno más eficiente que actúe con transparencia y rendición de cuentas, fortalezca programas y políticas públicas encaminadas a una mayor justicia social entre los mexicanos.
Existe por otra parte una clara estrategia de quienes aspiran a que el PRI pierda el poder, de potenciar todas aquellas conductas o eventos que han sido negativos por actores políticos en el gobierno, eso sí, para ellos no cuentan ni existen los que emanan de sus propios partidos y solo señalan a quienes el PRI ha postulado, sin aceptar ellos mismos y reconocer que estos males en la administración de los recursos públicos han sido observados por gobernantes de todos los partidos, sin que ello sea una justificación o consuelo sino que debe ser una conducta que rechacemos todos.
Los adversarios al PRI han utilizado lo que no ha funcionado como su único recurso de propuesta para tratar de ganar la simpatía ciudadana y poder ganar el gobierno sin ningún contrapeso de propuestas que digan el cómo, de dónde y de qué forma México va a atender las demandas y rezagos además de generar el desarrollo que el país necesita.
La agenda de José Antonio Meade es ambiciosa, concreta, que se apega a lo que toda una generación ha soñado, anhelado en base a los recursos geográficos, naturales y humanos con que el país cuenta, que es convertirnos en una potencia mundial, es decir, no acudir con un discurso que la inmediatez en el marco de un enojo social colectivo sea atractivo, sino al contrario presentar una propuesta a largo plazo que beneficie a todos los mexicanos.
Así se encuentra el PRI y su candidato ante competidores que basan su discurso solo en señalamientos en cómo despertar odios, que no conciencia, en cómo desatar enconos, que no participación, en cómo ahondar enojos, que no armonía, aprovechando para ello cualquier espacio publicitario, es decir, José Antonio Meade ante adversarios de un mismo corte de derecha, izquierda, revueltos, sin identidad e intolerantes ambos, es atacado desde dos flancos con una abusiva retórica permanente, sentenciando, juzgando, descalificando todo.
Es preciso elevar el nivel del debate de las campañas, de alentar la confrontación pero de más propuestas, es obligación de partidos y actores políticos de practicar la buena política, de que en la libertad de expresión provoquemos la participación ciudadana y no solamente tener una agenda que trate de provocar desgaste a su adversario con señalamientos imprecisos de manera permanente.
José Antonio Meade invita a hacer equipo y no a dividir, el tiempo pondrá en su lugar las cosas, no será posible mantener ilusiones que no son viables, que tienen como base el engaño y la mentira, lo lamentable será, con el paso del tiempo por esta forma de hacer política, acentuar la decepción ciudadana, hacerla más desconfiada por no tener claro que el centro de las campañas políticas es presentar propuestas de cómo el gobierno puede mejorar las condiciones de vida de los habitantes de una nación.