Opinión/Jorge Meade

El presidente Enrique Peña Nieto es el jefe de Estado que en la historia reciente de México, más ha enfrentado y hecho presencia durante los diferentes sucesos climatológicos que han afectado a nuestro país, durante su administración ha conocido sólo como ejemplo las inundaciones como la del estado de Guerrero que mantuvo al puerto de Acapulco aislado durante varios días, incluso se llegó a algo inédito al establecer puentes aéreos para rescatar a turistas nacionales y extranjeros que se encontraban varados derivado de las inundaciones por las lluvias, ciclones y huracanes, al igual que en el estado de Baja California Sur donde los huracanes afectaron desde el municipio de los Cabos hasta el de Muleje pasando por La Paz y Loreto, así como en otros estados de la República con otro tipo de daños provocados por las lluvias y los ultimas semanas los  sismos en Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México, Puebla y Morelos, en todos ellos se han llevado a cabo recorridos, reuniones, encuentros con ciudadanos, autoridades locales, empresarios, organizaciones, para atender en principio la emergencia y posteriormente la reconstrucción de esas entidades.

Durante los desastres naturales, el presidente Enrique Peña, apoyado en diagnósticos y evaluaciones de protección civil del gobierno de la república, coordinadas por el secretario de Gobernación Osorio Chong, de los secretarios de la SEDENA, SEMAR, la PF,  así como la, SEDESOL, SEDATU y SHCP para la utilización del Fonden, ha trabajado intensamente en coordinación con gobernadores, presidentes municipales de las zonas afectadas, para que cercano a la población, dando instrucciones, monitoreandolas y dándo  seguimiento, se fortalezca  la presencia institucional del gobierno, alineando acciones para evitar duplicidades o competencias en respuestas rápidas a las ciudadanos, atendiendo problemas de carácter  humanitario y promoviendo acciones conjuntas  para conservar la paz y la tranquilidad de la sociedad, que por desatención, negligencia, falta de compromiso, pasen a ser de un desastre natural a un desastre social.

Los protocolos de actuación de las distintas instituciones han permitido apoyar a miles de mexicanos a través de los planes de emergencia, actuando ágilmente en el rescate y respuesta a las necesidades sociales, el desplazamiento de soldados, marinos, policías federales ha sido gratamente reconocido por la sociedad y puesto a prueba su capacidad de actuación de los diferentes programas de protección civil, así, respecto a los programas y presupuestos asignados en el FONDEN, el presidente Enrique Peña ha demandado transparencia en su aplicación por cualquier funcionario de los distintos órdenes de gobierno, con acciones coordinadas y dando seguimiento y evaluando en forma permanente.

Finalmente los mexicanos que pagan impuestos son los que pagan también las tareas de reconstrucción por lo que el gobierno está obligado a rendir cuentas claras y transparentar su utilización, así como también los ciudadanos que fueron afectados y que son beneficiarios de estos recursos públicos están comprometidos a su correcta aplicación, para que el recurso que se otorga para la reconstrucción y reparación de las viviendas, sea utilizado en forma íntegra para ello, es decir, no deben existir desviaciones ni utilización distinta de los recursos que se otorgan para un fin y que a quien le corresponde aplicarlo, lo gaste e invierta exclusivamente en ello como la ley lo señala.

Es decir, la mejor evaluación de su utilización de estos recursos tendrá que verse reflejado durante las próximas semanas y meses, con la reparación y edificación de nuevas viviendas, de escuelas, de hospitales y centros de salud, así, en cada rubro, monitorear y evaluar de forma permanente permitirá transitar a la normalidad plena en la vida de las familias afectadas.

A Morelos lo ha visitado el presiente Enrique Peña, en tres ocasiones en un tiempo récord  de visitas presidenciales, en menos de un mes estuvo en Jojutla, en Tlayacapan y en Yautepec donde incluso ya entregó las primeras tarjetas vía Bansefi para las familias afectadas en sus viviendas ya sea en forma parcial o para la reconstrucción, por lo que la percepción de los ciudadanos de hacer bien las cosas todos debe ir en sentido positivo y así contribuir gobierno y familias afectadas y luego beneficiadas para conseguir los mejores resultados.

El reto es grande solo en vivienda el censo en las zonas afectadas nos arroja, 130 mil viviendas con daño parcial o total donde 471 personas perdieron la vida, en Morelos fueron 15,169 viviendas afectadas y 74 personas fallecieron, el plan MX que es la suma de todos los planes de emergencia fue puesto en marcha en casi 700 municipios del país con zonas siniestradas, partiendo de la declaración de emergencia por parte del gobierno de la república, que permitió con su aplicación el rescate de cientos de ciudadanos y evacuarlos  de la zonas de riesgo, el abastecimiento de agua, alimentos, colchonetas, medicinas, implementación de albergues, comedores comunitarios, equipos médicos etc. Y pasar ya en la reconstrucción a la  entrega de vivieres, apoyo de maquinaria, transporte, brigadas con especialistas,  alimentos calientes, ayuda psicológica a familias y el retiro de miles de toneladas de escombros   donde en forma solidaria a existido la participación de miles de ciudadanos, en la cual destaca el trabajo de los jóvenes y donde ha existido el apoyo internacional de distintos países, de 18 empresas privadas y 14 organizaciones y universidades entre otros, sin considerar el altruismo de miles de familias que en forma anónima no han dejado de estar presentes en apoyo a los mexicanos afectados.

Debemos estar alertas, todos sabemos ya que en los meses de ciclones y de huracanes en el mundo 1 de cada 4 llega a México, que estamos aprendiendo con dolor por lo que debemos conocer más de protocolos de seguridad y mejorarlos para prevenir, que estos fenómenos naturales, climatológicos, y sísmicos nos afecten lo menos posible.