Opinión/Jorge Meade

Uno de los mayores retos y riesgos que se enfrentarán las próximas semanas, una vez concluidos los diagnósticos y se estén dando a conocer las diferentes acciones por parte de las instituciones, es cómo atender y dar respuesta a las miles de demandas que originaron los sismos del 7 y 19 de septiembre en diferentes regiones del país, las soluciones se irán construyendo día a día derivado del alto costo financiero y de los recursos que serán necesarios para pasar del estado de emergencia a la reactivación económica y poco a poco, en unos frentes más lentos y en otros más rápidamente de acuerdo a la complejidad de cada caso, ir volviendo a la normalidad, así, se dará atención a los daños y afectaciones en los patrimonios de miles de familias en sus viviendas, de la infraestructura hospitalaria, carretera, de salud, de vialidades, de templos, de escuelas, de servicios entre otros rubros que se vieron afectados.

Sin duda el diseño para ejercer programas orientados a atender estas demandas de infraestructura, además de que va a ser necesario generar distintos mecanismos financieros, será necesaria una adecuada planeación donde se puedan evaluar avances para consolidar lo que se pretenda.

Uno de los problemas de fondo, derivado del humor social que existe, es que los tiempos que exigen hoy los ciudadanos deben ser muy ágiles para cerrar el paso al surgimiento de voces, unas legítimas y otras con diferentes intereses, que van a encontrar la oportunidad para descalificar o liderar que se atiendan demandas y que se resuelvan, por lo que es importante que los tres ordenes de gobierno coordinados alienten la participación de los ciudadanos para que junto con las instituciones encargadas en cada caso, además de estar bien informados, con su participación, su trabajo, sus aportaciones, se conviertan en garantes de lo que está haciéndose y así contrarrestar el oportunismo, los abusos y en ocasiones un desmedido cuestionamiento de quienes estarán en la trinchera del revisionismo de todo lo que se haga.

Sin duda el Estado Mexicano a través del gobierno federal, de los gobiernos estatales y municipales, están obligados a hacer valer el derecho y junto con ellos sumar la voluntad de los ciudadanos para convertirlos en el motor que dé velocidad a todo lo que se esté realizando. En esta reconstrucción todos caben, empresarios, comerciantes, académicos, profesionistas, jóvenes, mujeres, estudiantes, deportistas, trabajadores, campesinos, obreros, etc. de quienes hay que sumar sus opiniones, participación, recursos, energía social, para que se dé certidumbre y legitime las acciones que se lleven a cabo.

Es urgente en muchos casos propiciar la reconciliación de la sociedad con el sector público y que juntos sean promotores, sin intermediarios, para operar en forma eficaz esta etapa que vivirá el país.

Conoceremos un importante número de propuestas y sugerencias, por lo que es necesario tener resultados focalizados, certeros y rápidos, donde exista una amplia participación de todos los sectores, mientras más se sumen organizaciones ciudadanas y grupos, que quieran participar, construyendo y abonando, será más rápido el avance de este proceso. Ni los ciudadanos pueden dejar de tener información clara y oportuna, ni las instituciones pueden ser sustituidas en lo que la ley les señala como sus atribuciones para atender a lo que a cada uno le corresponda.

Ya lo ha expresado de forma reiterada el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en diferentes foros y en las distintas ciudades de los estados que ha visitado, la necesidad de que se operen todos los apoyos que corresponden directamente a cada ciudadano para que las cosas puedan funcionar bien, la transparencia en el uso de los recursos y la rendición de cuentas, son exigencias para evitar malas prácticas, abusos y corrupción.

Hay que alertar para que nadie de manera oportunista intente generar crisis, además de las previsibles presiones políticas de muchos actores con el propósito de que sean vistos y capitalizar cualquier desinformación para generar confusiones a su favor, se trata de que todos logremos construir un crecimiento y el camino más viable es siendo eficaces incluyendo a todos, que todos contribuyamos a superar esta etapa del país con un esfuerzo en conjunto.