
Cuauhtémoc
Por: Jorge Meade Ocaranza
Los morelenses nos cuidamos del volcán Popocatépetl y durante toda una época se estableció como prioridad para los programas de prevención de protección civil.
Se preparó todo un mecanismo y protocolo de vigilancia y control de sus movimientos, incluso existen rutas de evacuación apoyadas por distintos reglamentos .
La posibilidad de que un sismo de alta magnitud ocurriera en el territorio morelense era casi impensable, no hay registro al respecto cuando menos en el último siglo.
Los grandes movimientos telúricos que ha sufrido el país algunos con epicentro cercano al estado de Guerrero y al sureste se convirtieron en temas anecdóticos que con los días se olvidaban. Aún en el terremoto del 19 de septiembre de 1985 que devastó la Ciudad de México el estado de Morelos no registró daños considerables.
Vigilamos y cuidamos a “Don Goyo” como lo llaman comúnmente los habitantes de la comunidad indígena de Hueyapan en Tetela del Volcán.
Finalmente el 19 de septiembre de 1985, 32 años después la erupción y los temblores no venían del cielo, las fumarolas y exhalaciones del volcán que tanto nos alarmaban no fueron ni serán ya el motivo del recuerdo de toda una generación de lo sucedido ese día.
Muchos jóvenes y familias en 1985 a consecuencia del temblor y buscando un lugar seguro llegaron a vivir a Morelos en sus diferentes municipios convirtiéndose con el paso del tiempo en ciudadanos morelenses.
Hay Toda una generación de niñas y niños son jóvenes nacidos en él antiguo Distrito Federal,hoy CDMX, que han crecido toda su vida en Morelos, ellos son como los jóvenes soñadores.
El 19 de septiembre de 2017, en cientos de escuelas, centros de trabajo, plazas publicas y edificios de gobierno, se realizaban simulacros; que como cada año recordaban la tragedia 1985, cuando no habían pasado siquiera 3 horas ese ejercicio de fomentar la cultura de la prevención contra los sismos salvaría miles de vidas. Muchos niños en las escuelas , trabajadores mediante distintos mecanismos salieron a sus puntos de encuentro para repetir este protocolo de evacuación con la diferencia que en esta ocasión el temblor era real.
Lo inédito de un posible temblor en Morelos dejó pasmados a muchos al no saber cómo reaccionar, en mi caso venía del municipio de Jojutla de la sede de estudios “El Jicarero” de la UAEM en donde junto con alumnos y maestros participamos en el simulacro, transitando ya por la avenida Morelos a la altura de Degollado en donde nos esperaba una entrevista en la radio difusora contigua al edifico de la TORRE LATINOAMERICANA de CUERNAVACA cuando inicia el temblor, pasaron segundos para aceptar lo que estaba sucediendo, la gente abandonaba edificios y comercios y muchosnos dimos cuenta que ese edificio se venía abajo
Al llegar a la esquina una ruta de pasajeros estaba casi aplastada por el derrumbe , alcanzaron a salir personas, no así una pasajera que quedo atrapada entre láminas y escombros de ahí surgió ante los ojos de todos la primera muestra de solidaridad y fortaleza cuando una gran número de personas intentaron rescatar.
Horas más tarde se inició el cúmulo de información de lo que había sucedido, comenzó en Axochiapan todo el Estado estaba afectado.
Asombrados veníamos como avanzaba el número de pérdidas humanas, edificios destruidos, viviendasderrumbadas cientos de iglesias y templos de cientos de años abatidos por el sismo.
Fue Jojutla Morelos el lugar más afectado el dolor la destruccion lo que nunca creíamos que podría pasar ahí sucedió.
Durante las siguientes horas los ciudadanos rápidamente se organizaron y ante lo impensable actuaron, ante la tragedia participaron y ante la escasez se organizaron la pronta inmediatez evitó mayores desgracias.
Hoy sabemos que muchas de las viviendas que tienen que ser derribadas son construcciones de adobe de muchos años en donde el tiempo y las lluvias hicieron su parte.
El gobierno se movilizó el Presidente de México estuvo en la Jojutla acompañado por el Secretario de Gobernación y de la Defensa, nombrando a un representante, dio anuncios y fijo plazos declarando los 33 municipios en estado de emergencia lo
Cuál reflejaba la dimensión de los daños que había dejado el temblor.
El dolor de las familias se fue acumulando, muchas de ellas sin vivienda, padres o hijos sin tener que en donde velar a sus muertos o poder orar por qué están en riesgo sus templos.
Después han sucedido hechos muy importantes lo destacado es la fortaleza animo y solidaridad de la población en todos los niveles, valentía, coraje y fuerza ante la adversidad; mucho apoyo de diferentes partes del mundo y de los estados de la República todos acudían a los municipios afectados por apoyar y sumarse al trabajo para ayudar a quien está en desgracia; tampoco estuvo ausente quienes no han estado a la altura de la circunstancia distintos liderazgos políticos, religioso así como educativos y gubernamentales.
Lamentablemente estos hechos sacan lo mejor y lo no deseable de muchas personas pero nos quedamos con las buenas acciones de los miles de ciudadanos que se han movilizado y organizado para aportar su tiempo, y conocimientos, su capacidad; compartido su patrimonio, fuerza de trabajo, sus vehículos y que han mostrado su amor por Morelos también su calidad humana y ánimo por encima de todo para pasar a la etapa de reconstrucción una vez pasada la emergencia que vivimos.
En el 85 fuimos resguardo para quienes llegaron a Morelos por un terremoto, hoy los morelenses no tenemos otro territorio, debemos y vamos a reconstruirlo.