Por encima de las críticas que el PRI afronta constantemente de parte de sus adversarios ideológicos, con distintos argumentos y puntos de vista, y reconociendo desaciertos por la conducción de hombres que en el PRI han militado, dado las conductas, hechos y acciones de estos que a todos agravian y rechazamos, ni estos mismos adversarios del PRI, históricos y nuevos, pueden ignorar, en forma paradójica, que es precisamente el PRI la institución política fundamental, que ha contribuido al perfeccionamiento de la democracia en México; desde los años sesentas, es el PRI y sus dirigencias quienes promovieron y presentaron las reformas constitucionales para que en la cámara de diputados estuvieran representadas todas las fuerzas políticas, pasando desde los diputados de partido en su momento, hasta llegar a la creación del IFE en los noventas, con la reforma del poder, es decir, desde impulsar el debate parlamentario, la pluralidad y la equidad, hasta la regulación de las contiendas electorales para fortalecer y transparentar los procesos democráticos, empoderando a los ciudadanos.
En su regreso a la presidencia de la República, en el año 2012 y con las reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña durante su gobierno, se ratifica que no pueden explicarse los avances de la modernización de México, sin la experiencia y la conducción política del país por los gobiernos del PRI, incluso, las instituciones, la legislación social con la que contamos, que incluye derechos de los trabajadores, de los hombres del campo, de los mexicanos en condiciones de mayor vulnerabilidad, de los jóvenes y las mujeres, han sido construidas por los representantes del PRI en las cámaras y sus gobiernos.
Cierto es, que no se ha logrado alcanzar la justicia social que sigue siendo objetivo de una agenda pendiente como bandera de las distintas fuerzas democráticas, pero es cierto también, que las principales reivindicaciones sociales que han beneficiado a grandes sectores de la población, se han dado con el impulso del PRI cuando este ha gobernado.
En la actualidad en un escenario de una amplia pluralidad y competencia política y alternancia en la conducción en los tres ordenes de gobierno, no hay duda que el actuar de quién está al frente de un cargo de elección popular o de la administración pública, es un compromiso ético personal de cómo se conduzcan al frente de las instituciones que les han sido conferidas y que es precisamente la observancia y apego a la ley del cargo que ostentan lo que va a prestigiar su desempeño y donde la sociedad está hoy más que nunca atenta a través de diferentes medios que hoy existen y que exigen la transparencia y rendición de cuentas de cada servidor público, al margen del partido o color que sea, cierto es que la sociedad esta harta, cansada de la corrupción y de la impunidad, pero consciente ahora también de que ésta no es privativa de los miembros de un partido en particular, cuando conoce conductas escandalosas de diversos funcionarios postulados por diferentes partidos.
El PRI es el partido más longevo del mundo, el único partido histórico que perdiendo el poder, dada la disciplina, lealtad y trabajo de sus integrantes, no desapareció como pregonaron sus adversarios y logró, por su estructura, organización y capacidad de movilización, regresar al poder.
En la próxima semana el PRI celebrará su 22 asamblea nacional, bajo la conducción del liderazgo político del presidente Enrique Peña Nieto y al frente de la dirigencia Enrique Ochoa y Claudia Ruíz Massieu, y en su preparación, desarrollo y resultados, están interesados los militantes y simpatizantes, y sin duda estarán atentos sus viejos y nuevos adversarios que esperan cometamos errores y que estos trabajos nos debiliten. Los priistas en cambio, en base a la experiencia buscan consolidar con los resultados de esta asamblea, la fortaleza del partido por su capacidad y trabajo político.
Para 2018 el reto para todos los partidos políticos es motivar la mayor participación dentro de sus filas y en su momento el apoyo a sus candidatos al mayor número de ciudadanos, por lo que todos están en un proceso de preparar y desarrollar sus estrategias, el PRI en su asamblea nacional, está comprometido a renovar, replantear y fortalecer sus principios así como sus alianzas históricas dentro y fuera.
Uno de los puntos torales en la agenda de esta próxima asamblea es sin duda, prestigiar la militancia, la lealtad y disciplina del trabajo político de sus militantes privilegiando y respaldando sus actividades, sin desconocer que es abriéndolo a la sociedad como podrá revitalizarse, buscando transitar y construir los acuerdos necesarios en su vida estatutaria, para sumar a hombres, mujeres y jóvenes que prestigien el trabajo político del partido, superar diferencias y sumar voluntades será la clave para que los intereses personales y de grupo, no sean los que resuelvan lo que más convenga al partido, en esta época en la que México requiere soluciones y propuestas.
El PRI debe estar ligado a las comunidades, cercano a los ciudadanos, sus militantes y dirigentes, ser vanguardia propositiva y hacer buena política a través de los consensos que más convengan a México.