
Desaparición de personas en México. ¿Qué hacer?
¿QUÉ TANTO PELEAN EN EL CONGRESO LOS QUE TAMBIÉN LO HAN SAQUEADO?…
Conforme a los diputados del bloque opositor al Partido de la Revolución Democrática y sus aliados, debe darse una auditoría externa al Congreso local, sobre el asunto del manejo del dinero en el Poder Legislativo.
El asunto es escandaloso y las respuestas solamente las tienen que proporcionar los propios legisladores locales, porque ellos son los que han gastado un presupuesto en asuntos que no van a favor de la sociedad y menos de una legislación adecuada a beneficio de los morelenses.
Primero, habrán los diputados responder porqué tienen más de 20 ó 30 trabajadores en una nómina demasiado inflada, en la que también están integrados sus suplentes.
En esta irregularidad están inmiscuidos los 30 diputados locales, sobre todo aquellos que coordinan los grupos parlamentarios y entre los asesores, a los que pocas veces suele verse dentro de la Cámara de Diputados, hay ex candidatos al gobierno estatal o ex diputados federales.
Los coordinadores parlamentarios del PRI y el PAN, Alberto Martínez González y Víctor Manuel Caballero Solano, saben en qué han gastado el dinero.
Al igual sus compañeros de bancadas saben dónde está el dinero público, porque desde que iniciaron la Quincuagésima Tercera Legislatura local también empezaron con una fuerte campaña en busca de otros cargos públicos.
En el Congreso local ningún diputado y menos los del PRI, PAN, Nueva Alianza y el de Encuentro Social (PES) pueden escupir al cielo, menos criticar a sus opositores porque han sido los más beneficiados.
Caso especial es el diputado de Encuentro Social, Esaú Efraín Mondragón, quien utiliza el fuero y el propio Congreso hasta para asuntos sentimentales, no se diga la tribuna para atender asuntos personales y religiosos.
Los negocios del diputado con la presidencia de la Comisión de Trabajo y Previsión Social fueron varios, en perjuicio de las finanzas estatales al corresponder con pensiones y jubilaciones hacia ex servidores públicos del primer y segundo nivel que no la merecían.
Para el caso del diputado Alberto Martínez González, del PRI, no cabe duda que al igual que sus otros compañeros, el cargo es utilizado para buscar ser el candidato del tricolor al gobierno estatal, o bien –cuando menos- dirigir al partido en el que milita.
Alberto Martínez González mantiene cierta complicidad con el ex presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Francisco Moreno Merino, en el quebranto de las finanzas del Poder Legislativo.
Y no es el único, también Víctor Manuel Caballero Solano quien mustiamente actúa para lograr la candidatura del PAN al gobierno estatal, al igual que su compañeros del PRI no saca un solo peso de su bolsa y utiliza todos los recursos –financieros, materiales y humanos- del Congreso local para lograr su fin.
Lo mismo pasa con el diputado Carlos Alaníz Romero quien hasta al tío, Luis Miguel Ramírez Romero, lo tiene en nómina, porque es su principal asesor y quien le dice cómo vestir, caminar, ver a las demás personas y hasta el perfume de la ocasión.
Más que protestar o pedir cuentas a la Mesa Directiva los diputados deben dialogar con sus trabajadores de confianza, para comunicar porqué no les pagan sus quincenas, en qué han gastado el dinero público y hasta dónde han llegado sus excesos.
Tienen que llevar al banquillo de los acusados a Francisco Moreno Merino, quien también como presidente de la Mesa Directiva hizo uso de los recursos del Poder Legislativo estatal como si fuera propios, sin dar cuentas absolutamente a nadie.
Es por ello que la manifestación del diputado “pistolitas” Aristeo Rodríguez Barrera fue mera simulación, este fin de semana no se apareció por el Congreso ni para llevar una torta al personal que presuntamente defiende.
Lo que Aristeo Rodríguez o el diputado “pistolitas” quería es solamente que le tomaran la foto, que detrás de él estuvieran las cámaras de televisión y ya después irse cómodamente a dormir a su casa, comer tranquilamente y disfrutar el rico fin de semana.
Lo mismo pasa con los diputados del PAN y PRI, no se diga los de Nueva Alianza que solamente suelen ir al edificio Legislativo cuando hay sesiones ordinarias, de lo contrario desconocen la vida interna.
En realidad los diputados del bloque opositor al PRD lo único que buscan es presionar, para tener mayores recursos económicos ante una próxima contienda electoral ya iniciada.
Con su carita de ángel Víctor Manuel Caballero Solano y Alberto Martínez González pretenden vender “su movimiento”, con fines electorales y lo único que demuestran es que son un par de mustios y mentirosos, como la diputada de Nueva Alianza, Edith Beltrán Carrillo.
Carlos Alaníz, debe decir en qué se gastó millonarios recursos que recibió durante su reinado como coordinador parlamentario del PAN y debe decirlo no solamente a sus “trabajadores”, también a sus hoy ex compañeros de bancada a quienes “picó” los ojos al grado de dejarlos tuertos. ¡No hay necesidad de una auditoria, todo está claro!