
Eliminar IMM: retroceso simbólico y político desde el poder de una mujer
El Partido del Trabajo fue fundado el ocho de diciembre de 1990, en el Auditorio del “Plan Sexenal” de la ciudad de México. Para las elecciones de 1991, sólo obtuvo 270 mil votos, por lo que no consiguió el 1.5 por ciento que fijaba entonces la ley para conservar el registro.
Por tanto, realizó asambleas en más de la mitad de las entidades federativas del país y recibió su registro definitivo por resolución del entonces Instituto Federal Electoral. En la elección del 21 de agosto de 1994, el PT obtuvo una votación cercana a un millón de sufragios emitidos en todo el país.
Se formó a partir de la coordinación de varias organizaciones sociales: Comités de Defensa Popular de Chihuahua y Durango; Frente Popular de lucha de Zacatecas; Frente Popular “Tierra y Libertad” de Monterrey, así como personas procedentes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA); Coordinadora Nacional “Plan de Ayala” y del movimiento magisterial independiente.
Sus antecedentes se pueden encontrar desde 1968, y si se toman en cuenta las contribuciones de José Revueltas al movimiento revolucionario mexicano, su precedente ideológico se ubica desde 1963. Su gestación e historia están íntimamente relacionados con los procesos de masas y la corriente línea de masas.
Tiene como antecedente orgánico fundamental la Organización de Política Popular constituida en 1968 y la Seccional Ho Chi-min, vertiente de la Liga Comunista Espartaco, constituida previamente a 1968.
Tiene también como raíces las Organizaciones de la corriente de Línea de Masas constituidas en la Coordinadora Línea de Masas (Colima) en el año de 1978. Otra vertiente importante es la corriente de línea proletaria, expresión de una vertiente de Política Popular surgida en 1976.
Otro precursor organizativo del Partido del Trabajo es la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM) fundada en 1982. También contribuyeron a la fundación del Partido del Trabajo el Comité de Defensa Popular de Chihuahua (CDP) y la Organización Campesina Popular e Independiente de la Huasteca Veracruzana fundada desde la década de los 70. Después de 1991 se incorpora al Partido del Trabajo, algunos destacamentos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA).
Las organizaciones que conforman el Partido del Trabajo tuvieron en lo fundamental dos etapas de desarrollo: la primera tiene como eje fundamental la construcción de organizaciones autónomas de masas y desarrollo de importantes movimientos sociales que tuvo vigencia desde la fundación de estas organizaciones hasta el año de 1986 y 1988. La segunda, en la que distintas organizaciones que conformaron el Partido del Trabajo empezaron a tener sus primeras experiencias electorales que va desde 1986 y 1988 hasta la actualidad.
El PT ha contado con diputados federales, senadores, gobierna varios municipios en el país y cuenta con diputados en la gran mayoría de los congresos estatales, está presente en los cabildos y alcaldías de casi todos los ayuntamientos de México. En alianza con otros partidos, ha ganado en varios estados de la Republica, entre ellos Tlaxcala, Baja California Sur, Nayarit, Chiapas y Yucatán.
En el papel, su ideología está basada en la ética de la honradez, la verdad, la cooperatividad, la justicia, la libertad y la democracia, en servir al pueblo.
Como plan de acción se propone organizar a la sociedad en sus comunidades con la finalidad de encontrar soluciones a sus reclamos y elevar su conciencia para que por sí misma haga lo que considere conveniente y se adueñe de su propia historia. Lucha por un cambio integral en lo ético, económico, político y cultural de la nación y por construir la formación de un nuevo ser humano trabajador, honrado, justo y feliz.
Se propone lograr una nación humanista que centre sus actividades en el bien común; trabajadora, que supere la explotación del hombre por el hombre y que erradique la pobreza y la pereza; una patria libre y liberadora que nos haga forjadores de nuestro propio cambio; un país democrático sin demagogia que propicie la participación ciudadana en los asuntos públicos.
En su programa se propone luchar por terminar con la injusta distribución nacional, regional y social de la riqueza y por garantizar un creciente bienestar a las masas populares más que un simple reparto de la miseria.
Se propone acabar con el centralismo de las grandes ciudades y su crecimiento desmesurado; con la desigualdad ciudad-campo y los desniveles regionales producto del capitalismo. Lucha contra la escasez y especulación del suelo, de la vivienda y de los medios de consumo necesarios; especulación provocada por la burguesía y el Estado.
Ahora bien, por lo que hace a su liderazgo, uno de sus fundadores, Alberto Anaya Gutiérrez, de una presidencia colegiada para el partido, se erigió en su único dirigente desde 1994, beneficiándose de la posición, pues dos veces ha sido legislador federal y otras tantas Senador de la República.
Bajo su liderazgo, el PT se ha aliado lo mismo al Partido de la Revolución Democrática que a Andrés Manuel López Obrador, dos veces candidato presidencial por el PRD, alcanzando entonces las mayores posiciones legislativas en ambas cámaras del Congreso.
Bajo la tutela de Andrés Manuel López Obrador, el PT ha contado con el respaldo de figuras emblemáticas como Manuel Bartlett y Ricardo Monreal, para no perder su poder como fuerza política en el Congreso.
Después de 2012 y la separación de Andrés Manuel López Obrador del PRD para fundar su propio partido, el Movimiento de Regeneración Nacional, puesto que la ley electoral impide al nuevo instituto político las coaliciones, el PT no pudo hacer alianza con el líder carismático y cayó en sus niveles de votación hasta perder su registro.
Efectivamente, la reforma electoral de 2014 establecía como mínimo de votación el tres por ciento para que los partidos políticos pudieran conservar su registro en la elección que se avecinaba, la del siete de junio de 2015.
Estuvieron en disputa dos mil 51 cargos de elección popular, entre ellos la renovación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con 500 diputados federales, así como en 17 entidades federativas, con 639 diputados locales y 903 cargos municipales que incluyen alcalde y cabildos, mientras que los estados de Michoacán, Guerrero, Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí, Campeche, Querétaro, Colima y Baja California Sur renovarían también gobernador.
Ahora bien, para la elección 2015, el PT obtuvo un financiamiento público de 389 millones 700 mil pesos, con lo que logró captar un total de un millón 134 mil 447 votos, quedándose a tres mil sufragios del mínimo indispensable requerido para conservar su registro como partido político nacional.
En su momento, se dijo que los votos obtenidos por el Partido del Trabajo fueron los más caros de la elección, pues cada uno costó 343 pesos, no suficientes, a juicio del Instituto Nacional Electoral, para conservar su registro.
La Junta General Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral, determinó iniciar el tres de septiembre de 2015 el proceso de liquidación del Partido del Trabajo, durante una sesión urgente que ratifica la pérdida de registro por no alcanzar el mínimo indispensable de sufragios, pues sólo obtuvo en la jornada electoral el 2.9916 por ciento de los votos.
El PT presentó impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para no perder el registro. Por una parte, argumentó que las fallas en el sistema de conteo de las votaciones fue crucial, porque le descontaron sufragios a su favor, y porque incluso no era confiable, después de que las cifras de la autoridad electoral daban como resultado absurdo que se habían contabilizado más del ciento por ciento de los votos, yerros que reconoció el INE, pero que no repercutieron en los votos que reclamaba para sí el PT.
La estrategia entonces del PT fue buscar la defensa de los sufragios del distrito 01 de Aguascalientes, cuyas elecciones fueron anuladas por irregularidades en la jornada electoral del siete de junio.
El INE resolvió que esos votos –los de la elección extraordinaria del Distrito 01 en Aguascalientes- no serían contabilizados debido a un precedente de 2003, donde se anularon dos distritos electorales y tres partidos perdieron su registro nacional, ya que solo se tomaron en cuenta las casillas ordinarias. Sin embargo, el PT pedía que se contaran las boletas, ya que sostenía que podían alcanzar un 3.09 por ciento de los votos nacionales y, con eso, continuar en funciones.
Llegado el caso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, éste rechazó la impugnación presentada por el Partido del Trabajo, por lo que el INE comenzó los trámites de liquidación de la fuerza política, que comprenden procedimientos administrativos para reintegrar el dinero no gastado en el presupuesto del partido y terminar con todos los compromisos financieros adquiridos.
Los cuestionamientos contra la participación electoral del Partido del Trabajo en la elección extraordinaria de Aguascalientes en el Distrito 01 corrieron en dos vertientes: la política y la legal.
Políticamente, se argumentó el vacío de ideología política, para aliarse al mejor postor con tal de conservar posiciones para sus dirigentes, así como las prerrogativas presupuestales, que tan sólo en la elección 2015 ascendieron a más de 389 millones de pesos.
En lo que toca al aspecto legal, en primera instancia en contra de su participación en la citada contienda extraordinaria, el INE argumentó el precedente de 2003, en que dos partidos perdieron registro por no obtener el mínimo indispensable de votos.
Por su parte, el Pleno de la Sala Superior del TEPJF confirmó el dictamen y resolución del Consejo General del INE, por lo que dio respuesta a la consulta formulada por el Partido del Trabajo (PT), relacionada con el concepto de votación válida emitida para efectos de determinar el tres por ciento del umbral mínimo para conservar el registro como partido político nacional, el 20 de agosto de 2015.
Determinó que si bien la ley no establece conceptos diferenciados sobre la votación válida emitida para conservar el registro como partido político nacional o para tener derecho a la asignación de diputados plurinominales, la votación válida emitida se integra con los votos depositados en las urnas a favor de los distintos partidos políticos y candidatos independientes, por lo que sólo deben deducirse de esa suma los votos nulos y los correspondientes a los candidatos no registrados.
También rechazó el medio de impugnación interpuesto por el PT, relacionado con el recuento total de votos de 136 paquetes electorales en el 07 Consejo Distrital del INE, con sede en Tamazunchale, San Luis Potosí. Esta determinación se tomó al considerar que su finalidad era la eventual posibilidad de aumentar su votación con miras a conservar su registro como partido político nacional y no cambiar el resultado de los comicios.
A favor se tuvo finalmente la decisión del TEPJF. Si bien el tres de septiembre, la Junta General Ejecutiva del INE declaró la pérdida de registro del PT por no alcanzar el tres por ciento de la “votación válida emitida” en la elección para Diputados federales, el 30 de octubre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó su pérdida de registro a nivel nacional y el partido encabezado por el regiomontano Alberto Anaya regresó a la mesa del Consejo General del Instituto Nacional Electoral.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “revivió” al Partido del Trabajo para que pueda competir en las elecciones extraordinarias del Distrito 0I, en Aguascalientes.
La resolución obedece a que seis de los siete magistrados declararon inconstitucionales los artículos 24 de la Ley General de Partidos Políticos y el 91 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Y argumentaron: “El asunto es claro y esto independientemente de que la elección concluye cuando, desde luego, se celebran elecciones válidas en los 300 distritos electorales, tratándose de elecciones intermedias. Por lo cual claramente se excluye el que se pueda considerar que no deben de tomarse en consideración las votaciones tomadas en las elecciones extraordinarias”, explicó el magistrado electoral Pedro Esteban Penagos.
Por su parte, el magistrado electoral Salvador Nava Gomar dijo que su voto a favor se debe “por la sencilla razón de que para obtener el derecho a permanecer con el registro o tener el registro en cada elección, hay que obtener el 3 por ciento de la votación en la elección. ¿Cuál es la interpretación más favorable? Hombre, pues que puedan participar, un vez que se tenga el resultado de los 300 distritos. Ese es mi punto de vista, y por eso es que acompaño el proyecto”, destacó.
Con ello, el PT revivido, participó en la elección extraordinaria buscando obtener los poco más de tres mil votos que necesitaba para alcanzar el 3 por ciento de la votación nacional para conservar su registro.
Para los comicios extraordinarios del seis de diciembre, las dirigencias del Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano acordaron no presentar candidato para apoyar al del PT, confirmó el representante perredista ante el INE, Pablo Gómez.
Por su parte, Pedro Vázquez, representante petista, confirmó el acuerdo con el PRD y MC para que no presentaran candidato en el distrito hidrocálido. “Es parte de las negociaciones que hemos tenido con esos dos partidos, cosa que les agradecemos. No sabemos si Morena se sumará, hay que platicar con ellos”, agregó.
Horacio Duarte, representante de Morena, indicó que los fallos del Tribunal permiten al PT esta salida. “Se está perfilando que el resultado en el Distrito 01 de Aguascalientes sea tomado en cuenta para el resultado total de la elección”, señaló.
El INE acató la sentencia del TEPJF sobre la participación del PT en la elección extraordinaria de Aguascalientes.
Después de la jornada electoral extraordinaria el seis de diciembre de 2015, al computarse el 100 por ciento de los votos de las 445 casillas de la elección extraordinaria en el Distrito 01 de Aguascalientes, el Partido del Trabajo alcanzó los 13 mil 180 votos, más del doble que necesitaba para conservar su registro como partido, en tanto que el candidato Gerardo Federico Salas Díaz, por el PAN-Panal alcanzó el triunfo como el diputado federal 500.
Así, el Partido del Trabajo (PT) no sólo mantuvo su registro como partido político, también podrá acceder a los casi 300 millones de pesos que le otorgará el Instituto Nacional Electoral (INE) como prerrogativas para 2016.
En las elecciones para el distrito 01 de Aguascalientes, en las cuales se eligió a un diputado federal, el partido dirigido por Alberto Anaya logró rebasar los cuatro mil 500 votos que necesitaba como mínimo para no desaparecer.
Alberto Anaya comentó que esta última oportunidad que le dio el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para conservar su registro, lo logró debido al acuerdo con el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, porque estos no postularon candidatos para que sus militantes votaran al del PT, Miguel Ángel de Loera Hernández.
Y agregó: “El triunfo para mantener nuestro registro se lo debemos a los ciudadanos, pero también reconocemos el apoyo solidario del PRD y de Movimiento Ciudadano”. Según el líder petista, el organismo político necesitaba entre cuatro mil 500 y cinco mil votos para conservar su registro, pero el presidente del INE, Lorenzo Córdova, explicó que se debían sumar los votos del distrito 01 de Aguascalientes a los resultados del siete de junio, los cuales fueron validados a finales de agosto. Esta suma determinó la base de cálculo para establecer si el instituto político superó el umbral de tres por ciento, lo cual se confirmó a la postre.
Como autoridad administrativa y responsable de preparar, organizar la elección, llevarla a cabo junto con el conteo de los votos, en primera instancia participó el Instituto Nacional Electoral, quien determinó la pérdida de registro del partido y, por tanto, su no participación en la elección extraordinaria a celebrarse en Aguascalientes, donde fueron anulados los comicios en el Distrito 01.
Finalmente, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como última instancia responsable de la justicia en materia electoral a la hora de dirimir conflictos y controversias entre partidos y de éstos con la autoridad, cuyos fallos son definitivos e inatacables.