
Fortalecen Gobierno e IMSS-Bienestar atención de salud mental en Morelos
CUERNAVACA, Mor., 14 de noviembre 2018.- El “Diagnóstico de Salud Estatal, Morelos 2018” elaborado por los Servicios de Salud dependientes del Gobierno del estado, aporta diversos datos en torno al comportamiento de la diabetes en la entidad; aunque en lo que respecta a dicha enfermedad la información en el documento data de 2016, dicho diagnóstico revela que la tasa de mortalidad atribuible a la diabetes mellitus en Morelos es superior a la media nacional: Mientras que en 2016 la tasa nacional fue de 129 muertes por cada cien mil habitantes, en Morelos la tasa fue de 167.7.
Un mapa elaborado en junio pasado por el departamento de evaluación de los Servicios de Salud, ubica a ocho municipios del estado con una tasa superior a 200 muertes por cada cien mil habitantes en 2016: Coatlán Del Rio (236.3), Miacatlán (251.3), Jojutla (211.2 ), Zacatepec (212.3), Tlalnepantla (220.4), Jonacatepec (243.1), Axochiapan (250.5) y Ocuituco (270.4), son los municipios que el mapa pinta “en rojo” debido a la alta incidencia de muertes relacionadas con la diabetes en el estado de Morelos.
El mito de la insulina
A pesar de que la sustancia es producida de manera natural por el páncreas, millones de personas todavía temen respecto al uso de la insulina para el tratamiento de la diabetes, medicamento que se encuentra rodeado de mitos.
Existen creencias de que la inyección medicada sólo es para pacientes “terminales” o que serán múltiples los efectos secundarios derivados de su suministro, sin embargo, para el médico internista de la Secretaría de Salud Jalisco, Jaime Arias Amaral, lo que se recomienda para la atención a pacientes con diabetes es la insulina, no obstante se estima que a nivel nacional únicamente un 15 o 16 por ciento de los pacientes con diagnóstico de diabetes tipo 2, la más común en México, se someten al tratamiento.
Asimismo, en el sector público se prioriza el suministro de tabletas hipoglucemiantes, siendo la glibenclamida y la metformina las más populares, aunque existen más de cincuenta fármacos, incluso mejores que los anteriores, indicados para el tratamiento de la diabetes.
“No hemos sabido explicarle al paciente que es mucho mejor la insulina, sí es incómodo por las inyecciones pero desgraciadamente fracasó la insulina nasal, una modalidad que veíamos bien pero no funcionó como se debía y se retiró del mercado”, explicó el galeno.
Además, señaló que las personas asocian la prescripción de insulina con una mayor gravedad lo cual, es falso, ya que por el contrario, la insulina puede influir para evitar complicaciones derivadas de la diabetes: “Con la sustancia del páncreas, tratamos de suplir la función que el cuerpo debe de realizar, ahora ya sabemos cuánta insulina produce el páncreas, sabemos cuántas calorías comemos, en qué momento produce más, en qué momento menos. Esto todavía no permea mucho en los médicos y mucho menos en los pacientes al grado de que seguimos tratando casi al 80 por ciento de los tipo 2 con medicamentos diferentes a la insulina que también son buenos y también sirven, bajan el azúcar en la sangre pero no seguimos el patrón fisiológico”.
Suministrar insulina requiere que el paciente sea más atento a sus síntomas y dieta pues constantemente se deben hacer mediciones y tener acompañamiento médico para revisar cuántas unidades se requieren y así evitar complicaciones: “se requiere que el paciente esté alerta mientras que con las pastillas es más sencillo, tómese esto cada ocho horas por ejemplo, mientras que con la insulina pueden variar las cantidades y se debe buscar calcular una dieta adecuada” concluyó.