Movimiento Ciudadano: La Naranja Podrida

La intentona de la cúpula de Movimiento Ciudadano (MC) por hacer candidato gubernamental al actor, empresario y mirrey, ROBERTO PALAZUELOS nos indica que el partido naranja tocó fondo, y se convirtió en lo que dice detestar: ser un envenenador de la política.

El caso de ROBERTO PALAZUELOS en Quintana Roo está lejos de ser un episodio aislado, una coyuntura única. El partido naranja siempre ha optado por tener perfiles “fresas”, aunque ellos le llaman “ciudadanos frescos”, pero la realidad es que su selección de candidatos y búsqueda de perfiles dirigenciales está en entredicho, desde hace mucho, por el método y por los personajes que buscan.

De unas fechas para acá, la praxis de Movimiento Ciudadano para escoger a sus dirigentes y abanderados, ya superó el perfil ciudadano y “limpio”, ahora su sobrevivencia le ha llevado a incorporar a sus filas a quien sea, como sea, y peor aún, para lo que sea, y Morelos es también una muestra.

Si bien es cierto que en los últimos años, MC ha mostrado un ligero repunte en su posicionamiento social, también lo es que se ha valido de cualquier cosa para conseguirlo, desde ofrecer candidaturas a perfiles cuestionados -que también merece una columna por aparte— hasta entregar dirigencias locales y posiciones electorales a los grupos crimínales organizados.

Y Morelos no está exento de ello.

De acuerdo con presuntas investigaciones federales de carácter político y penal, el partido Movimiento Ciudadano de Morelos, es el organismo político -del estado- que más nombres aporta a las relaciones de nombres de personas de dudosa reputación o vinculados con temas ilegales.

Esos nombres, del dominio publico en sus regiones y ahora en la política local, son para las autoridades federales el indicio legal de lo que hay que investigar, y en lo político, la muestra de que MC es lo mismo, o quizás, de las cosas peores en la política local.

La llegada de JULIO CÉSAR SOLÍS SERRANO, a la dirigencia de ese partido en Morelos, también es muestra del envilecimiento y pragmatismo de los dueños locales y nacionales de ese partido, que a pesar de saber el nivel de cuestionamiento y pobredumbre política que le acompaña, fueron capaces de permitirle encumbrarse y hasta llegar al Congreso del estado.

¿Pruebas? La primera tiene que ver con la calidad moral que pervive en su primer círculo personal. Su mujer involucrada en la falsificación de documentos para beneficiar a otros con PENSIONES FALSAS, por lo que fue llevadas proceso, y luego, el acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción para otorgarle un criterio de oportunidad, una vez que SOLÍS llegó como legislador. Curioso ¿no?.

Y si eso es en casa, qué sucederá en la calle, y alguien tiene que decirlo: Los intereses que llevaron a JULIO CÉSAR al Congreso estatal, son muy evidentes: son los negocios y el dinero. El poder también, pero lo primero es lo que le mueve el tapete.

También, la hipocresía y la sin verguenza le sin afines: hace unos días no tuvo empacho en posar con algunas mujeres trabajadoras del Congreso a quienes se les reconoció sus años de servicio, pero dice antes ordenó el despido de dos trabajadoras del Poder Legislativo que tenían pruebas de las transas, “cochupos” y corruptelas en las que incurrió su mujer, KARINA ARTEAGA cuando fue jefa de personal del Congreso del estado y dese donde se fraguaron las pensiones doradas.

SOLÍS ha sacado el cobre muy rápido en el Congreso. Más allá de que sea tachado de misógino, violento, inepto e ignorante, le huelen la ambición a dos cuadras.

Hoy JULIO CÉSAR SOLÍS, convertido en enemigo del gobierno estatal, ve retardado el avance de sus bisnes porque en su afán de revancha y en ese deseo malsano de poder, es uno de los cinco que manotea dentro del denominado G11 que junto con el PAN, fueron capaces de llevar a la parálisis al Congreso estatal, y comprar un pleito repugnante con el grupo de izquierda, porque no les dejaron manga ancha para hacer y deshacer con la ESAF, que es algo más que una dirección general: es una cueva de muchos millones de pesos.

ENSALADA

1.- Si bien al diputado ARTURO PÉREZ FLORES lo tiene como un desleal, no quiero platicarle en qué concepto tienen las dictadas del G8 a la legisladora de Morena, ARIADNA BARRERA, a quien no sólo la acusan de desleal, también de avariciosa. Por lo qué a nadie le extrañaría que tomara vuelo hacia cielos azules.

2.- Una fotografía captó este fin de semana al gobernador CUAUHTÉMOC BLANCO BRAVO y al presidente de la Mesa Directiva del Congreso, FRANCISCO SÁNCHEZ en una especie de diálogo. Hay quien dice que se limaron asperezas, pero otros cruzan apuestas de que el Yecapixtla no sólo le fue mal, sino que también le dijeron su precio.

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