
Desaparición de personas en México. ¿Qué hacer?
En los más de cinco meses que llevamos de pandemia ocasionada por coronavirus, se ha incrementado de forma espectacular la comisión de delitos cibernéticos en todo el planeta.
Los delincuentes, se han válido del aislamiento de las personas y la búsqueda de respuestas a sus dudas, encontrando tierra fértil para sembrar mentiras y cosechar jugosos recursos económicos.
El principal modus operandi radica en lo siguiente:
1-La creación de páginas virtuales en las que se ofertan tratamientos milagrosos contra el coronavirus a precios de escándalo; pero por increíble para parezca, miles de personas los adquieren.
2- También se ha detectado que las personas suelen adquirir por línea, cubre bocas cuya calidad es muy baja, aunque se oferta como una maravilla, lo que ocasiona que miles de compradores acepten adquirirlos.
3- Que decir de los medicamentos, cuya oferta alienta a su adquisición en miles de dólares, bajo la promesa de prevenir los contagios del virus.
4- También es común que los ciberdelincuentes, hagan uso del ‘phishing’, envíando correos electrónicos que piratean a empresas o instituciones bancarias para dirigir al incauto a una web falsa para robarle sus datos y después extorsionar a la victima a cambio de liberar su cuenta.
Aunque aún no existen cifras reales que han obtenido los criminales en línea, solo por estos conceptos se calculan en miles de millones de dólares en el mundo.
Ya lo sabe, no se confíe de todo lo que le digan a través del mundo cibernético.
Para las autoridades no es fácil procesar penalmente a estos delincuentes de cuello blanco. Cuando mucho, solo se logra deshabilitar sus cuentas; aunque más se tardan en cerrarlas, que ellos en abrir otras.
Hace falta en el mundo, políticas públicas de prevención de estos delitos; por ahora, mucho ayudamos si dejamos de comprar en línea productos y servicios a personas o empresas desconocidas o de dudosa presencia.