
Entre Hipona y los Andes
Al inicio de la administración federal que está por culminar, en el marco del Pacto por México, en 3 Estados de la República (Morelos, Colima y Sonora) se implementó un Programa Piloto llamado Beca Salario, en apoyo a la educación de jóvenes estudiantes, en el cual dentro de sus objetivos tenía el arraigar y generar permanencia en sus estudios a jóvenes de secundaria, preparatoria y universidad, que en muchas ocasiones por falta de recursos de ellos y de sus familias abandonaban las aulas.
La Beca Salario, que se implementó en Morelos durante 5 años, tuvo la variante de apoyar
entre 80 y 120 mil jóvenes en función de los recursos que se gestionaban a partir de ser una mezcla de presupuesto federal y estatal para su implementación.
Como todo programa social o política pública, una evaluación realizada con autoridades del ramo arrojó que el apoyo económico mensual que llegaba a los jóvenes estudiantes era un complemento del esfuerzo de sus padres, -o de ellos mismos en su caso- para seguir estudiando básicamente en transporte, alimentación y material didáctico.
Hubo planteamientos de que la Beca Salario tuviese una cobertura universal para los jóvenes de escasos recursos que asistían a escuelas particulares. Fueron señaladas debilidades de este programa en cuanto al uso que le daban algunos jóvenes para la adquisición de bebidas alcohólicas, cigarros, etc.
El centro del debate es la necesidad que este programa continúe. SÍ evaluandolo, SÍ perfeccionando sus reglas de operación, su orientación, (incluso para los que les da alergia el nombre, cambiarlo). El objetivo de apoyar e invertir y estimular a los jóvenes para que sigan estudiando de fondo es un apoyo a la educación y un buen uso de recursos públicos.
Los actuales funcionarios, que anteriormente fueron candidatos, tanto a senadores como diputado, y en su momento hasta para Gobierno del Estado, coincidían en la necesidad de continuar con este programa. Lo que no puede ser solamente un ofrecimiento electorero; ninguna voz en su momento se ha opuesto; la coincidencia debe generar hoy una respuesta positiva a los jóvenes, incluso hoy en la época de las consultas preguntarle a los padres de familia de los casi 100 mil jóvenes beneficiados si están de acuerdo a que el programa continúe.
Urgen definiciones antes de cerrar presupuestos; la coordinación del Gobierno Federal y estatal y la intervención de los legisladores federales y locales es fundamental, seguir apoyando a nuestros jóvenes es prioritario.