
Da seguimiento Margarita a estrategia de seguridad con Megalópolis
CUAUTLA, Mor., 18 de noviembre de 2020.- La restauración del acueducto de la ex hacienda El Hospital continúa, la Asociación Mexicana de Voluntariado Internacional A.C. informó que del 21 al 28 de noviembre próximo se llevará a cabo el siguiente campamento para la puesta en valor de este sitio histórico.
AMVIAC lanzó la convocatoria abierta al público en general para ser “Guardián del Patrimonio” y participar en esta alianza internacional. “No se requiere experiencia, sino muchas ganas de aprender y participar”, señala la organización al dar a conocer las actividades de mampostería, talla de piedra, construcción de la cimbra para la restitución de uno de los arcos (trabajos de carpintería), actividades recreativas, actividades con la comunidad que continuarán llevándose a cabo.
“La labor de los voluntarios será guiada por profesionales en el área de restauración de Francia y México. Se proporcionará equipo de seguridad. Además, se realizarán actividades de sensibilización con la población
local sobre la importancia de proteger su patrimonio cultural. Así como actividades recreativas visitando sitios importantes en el área”, informó la asociación.
Desde el 2019 se inició con los trabajos de puesta en valor y rescate de un antiguo acueducto situado en el ejido de El Hospital en Cuautla. Las haciendas tenían el objetivo de procesar la caña y convertirla en varios productos
como azúcar, alcohol, etc. La ex hacienda de Nuestra Señora de la Concepción y sus orígenes se remontan a finales del siglo XVI.
La hacienda era productora de azúcar, tenía un acueducto, un trapiche, la capilla, el chacuaco, los purgares, la casa
principal, el huerto y la cerca perimetral. Se estima que en 1625 se construyó el acueducto, para impulsar una rueda hidráulica para el uso del ingenio para la producción de azúcar. A fines del siglo XIX, con la incursión del ferrocarril, la hacienda se modernizó y en 1909 alcanzó su máxima producción de azúcar y miel.
El comienzo del movimiento revolucionario de 1910 condujo a la ruina y la destrucción de la mayoría de las
haciendas en la región. Al final de la Revolución, las tierras de la hacienda se dividieron entre los ejidos. Esto pone fin al uso para el cual fue designada la hacienda y su acueducto, y con ello la producción de caña de azúcar.