
Transformación integral de la zona metropolitana: Margarita
CUERNAVACA, Mor., 30 de noviembre 2018.- A lo largo de lo que va de la nueva administración, ha sido muy fuerte el desgaste en la relación entre el ejecutivo y el legislativo con el fiscal general del estado, Uriel Carmona Gandara; de hecho ya hay un consenso para propiciar su relevo, y todos coinciden que es mejor una salida política que jurídica.
Al interior del gobierno está tomada la decisión de su relevo, junto con el fiscal anticorrupción Juan Salazar. Sin embargo en caso de que no presente su renuncia, el camino jurídico puede ser largo y hasta riesgoso para el estado de Morelos en materia de combate a la delincuencia y la inseguridad.
Fuentes consultadas al más alto nivel de gobierno, confirmaron a Quadratín que esta decisión de relevar a Uriel Carmona, no tiene reversa. Lo que nadie tiene claro es si el fiscal optara por la salida política o se defenderá en la ruta jurídica.
Han sucedido una serie de hechos cometidos por la Fiscalía que de acuerdo a las fuentes gubernamentales ponen en tela de duda a Uriel Carmona Gandara.
Incluso, tiene acéfala la dirección de la Policia de Investigación Criminal (PIC), a pesar de que ya se había consensuado con el gobierno la designación de un marino al frente de esa dependencia. Lo más grave es que acusan que en los hechos ese grupo es dirigido por Oldair Quiroz, hermano de Matías Quiroz, ex secretario de Gobierno de Graco Ramírez y actualmente, presidente estatal del PRD en Morelos.
Quadratín ha buscado la versión de Uriel Carmona Gandara sin éxito pues sus colaboradores aducen que se encuentra en la Ciudad de México viendo asuntos de la iniciativa Mérida.
Mientras tanto en el Congreso del Estado, la bancada del PT prepara la ruta legal para la destitución del fiscal general y el fiscal anticorrupción.