
Gestión de desastres naturales
Ni Hillary ni Trump: El panorama para nuestros paisanos radicados en Estados Unidos no es alentador después del 8 de Noviembre de 2016 que serán las elecciones presidenciales de aquel país.
Quizás la postura más política (en todos sentidos) de la candidate demócrata pudiera parecer más esperanzadora que la del republicano; sin embargo, la política migratoria no sólo depende de quien gane la presidencia, es una serie de elementos los que confluyen en dicha situación.
Ni siquiera la “enchilada” igual a “reforma migratoria” de Obama logró afianzar ni garantizar la seguridad y estadía de nuestros paisanos en Estados Unidos, incluso se dice que en su periodo se han dado el mayor número de deportaciones.
Hoy, mañana y al rato, gane o pierda Trump ya destapó sentimientos de enojo, odio y racismo que siempre han existido, pero no era bien visto manifestarlos…incluso entre propios latinos.
Si gana Clinton no se sabría qué esperar sobre su postura con relación a los migrantes, ya que como senadora en 2003 ella votó por la construcción de un muro en la frontera sur de ese país, y se declaraba en contra de la “migración ilegal”, ahora propone una reforma que dé ciudadanía a los migrantes, podrá lograrlo? Ah! no olvidemos que está enojada con México, por aquello de la invitación y recibimiento que se le dio a su oponente por parte del presidente Peña…Es un futuro incierto.
Uff! Si gana Trump no sabríamos si la cantidad de cosas que ha dicho las aplicaría o tendría tiempo para realizarlas, pero ya despertó a los demonios y hay que estar preparados. Aunque dicho sea de paso si fuera el elegido sacudiría al mundo, habría un nuevo orden y el primer zarandeado sería nuestro querido México.
Claro que las elecciones de EU repercuten en nuestros paisanos que se fueron en busca del american dream, pero también en las familias que estamos de este lado, y en las relaciones comerciales entre países y en todas y cada una de las decisiones que se toman aquí, incluyendo las elecciones presidenciales del 2018.
Entonces, si el panorama no es muy alentador y los políticos de ambos países sólo se dedican a conservar el poder, pues somos los ciudadanos quienes debemos tomar la iniciativa para lograr un futuro mejor para nuestras familias y para nosotros mismos.
El mundo entero habla mal de los gringos, pero el mundo entero emigra a vivir ahí en busca de su estilo de vida, lo cual quiere decir que además de ser primera potencia mundial, tienen elementos de desarrollo que deberíamos copiar.
La transculturización que se ha dado con la migración México-Estados Unidos ha logrado que Estados Unidos cuente con mano de obra barata, calificada y muy trabajadora: la mexicana. Se les ha compartido el cariño por la familia, el idioma, la alegría; bueno, ellos también ven toda la lista de cosas negativas que el empresario neoyorquino más famoso actualmente ha señalado.
Del lado mexicano, percibo que hemos copiado la mala alimentación, el consumismo en su grado extremo, la caza de una vida light, pero todavía no veo reflejada la organización que tienen las empresas americanas, su respeto por la ley en la vida cotidiana. Si vamos a copiar, copiemos lo positivo y no aquello que la propia sociedad estadunidense está tratando de combatir.
A un poquitito menos de un mes del 8 de noviembre no se pueden echar campanas al vuelo de quién será el ganador para dirigir al poderoso Estados Unidos, la carrera va cerrada y pasará cualquier cosa, incluso ganando uno u otro.
Una con más reglas de etiqueta, el otro desparpajado e intolerante, pero han despertado al gringo común que no quiere a los migrantes, a los latinos. Antes se “guardaban las formas”, hoy hasta los candidatos a la presidencia pueden desembuchar su racismo, su enojo, su odio, entonces el ciudadano común y corriente agarra valentía y hace lo mismo.
Cada persona o grupo podrá hacer propuestas para mejorar nuestro futuro porque el mundo está cambiando; por su parte Red Migrante sugiere una alianza empresarial entre los mexicanos que están en Estados Unidos y lo que están en México, afianzando el empleo actual y la inversión que pueda garantizar un retiro financiero y un entorno de bienestar.
La unión hace la fuerza y rebasa las estructuras políticas, si se está planteando una nueva forma de conducir al mundo, también los ciudadanos debemos plantear nuevas maneras de tomar el poder de nuestro futuro y darles mejor vida a nosotros y las generaciones venideras.