Gobierno del estado se apropia indebidamente del auditorio Teopanzolco

CUERNAVACA, Mor..– Para la construcción del nuevo “Auditorio Teopanzolco”, por las reglas de operación de la entonces CONACULTA, hoy Secretaría de Cultura federal, los recursos fueron ejercidos por el gobierno del estado, motivo por el cual el ayuntamiento entregó en comodato dicho inmueble al Poder Ejecutivo, con el único fin que se procediera a su construcción, pero sin transferir, en ningún momento, la propiedad del mismo, es decir, el terreno y todo lo en él construido son y seguirán siendo propiedad municipal y por ende, de todos los cuernavacenses, consideró el diputado federal por Morelos, Matias Nazario Morales

El representante popular priista condenó enérgicamente el acto de despojo que una vez más el gobierno del estado realiza al patrimonio del municipio de Cuernavaca, al incorporar el inmueble propiedad municipal donde se encuentra el “Auditorio Teopanzolco”, a un fideicomiso diseñado de manera excluyente, unilateral y a todas luces lesivo para los habitantes de la ciudad capital. Ahora con la complicidad de la LIII Legislatura local y pisoteando impunemente la autonomía municipal, el gobernador del estado, Graco Ramírez Garrido Abreu, ejerciendo una facultad que constitucionalmente le corresponde de manera exclusiva al Congreso estatal constituye un fideicomiso público, operado y manejado por las dependencias del Poder Ejecutivo para disponer a su antojo y de manera abusiva de las instalaciones construidas en el terreno propiedad municipal, dejando al dueño del inmueble en el papel de invitado permanente, a través de la figura del Síndico quien puede asistir con voz pero sin voto: el propietario como simple espectador.

Matías Nazario precisó que es facultad del Congreso del Estado “expedir leyes o decretos a fin de crear organismos descentralizados, empresas de participación o fideicomisos públicos” y esa facultad es indelegable. Por otra parte, “siendo el bien inmueble patrimonio municipal, debe concurrir la voluntad del ayuntamiento para poder afectarlo a un fideicomiso, y hasta donde tengo entendido, no existe un acuerdo específico del Cabildo en ese sentido”.

Y aseguró que esta administración de gobierno del estado se ha caracterizado por su arbitrariedad y el nulo respeto, no solo a la autonomía municipal sino a la investidura de los representantes populares que integran los ayuntamientos, pues ha sido evidente el ataque a la institución del municipio libre sin que la Legislatura local, salvo raras y honrosas excepciones, lejos de ser un contrapeso al Poder Ejecutivo, ha actuado como su comparsa en muchos de los casos.

En el caso de Cuernavaca, agregó el legislador, las arbitrariedades del titular del Poder Ejecutivo estatal han sido  flagrantes, apropiándose de la Plaza de Armas “General Emiliano Zapata” para convertirla en su patio delantero y recientemente el despojo que ha perpetrado respecto del inmueble donde se construye el Auditorio Teopanzolco.

Matías Nazario recordó que la construcción del Auditorio atiende a un compromiso de campaña del entonces candidato, hoy Presidente de México, Enrique Peña Nieto, por ello el gobierno federal aportó los fondos correspondientes y el ayuntamiento de Cuernavaca aportó el inmueble donde actualmente se ha desarrollado el proyecto.

El diputado federal por Morelos lamentó que, por ignorancia, temor a represalias o por complicidades políticas, algunos ayuntamientos asuman una actitud pasiva ante estos abusos del gobierno del estado.

Y en el caso de Cuernavaca, exhortó a la autoridad municipal para defender con los medios legales a su alcance, ese patrimonio que no pertenece a quienes integran el Cabildo sino a todos los cuernavacenses, por lo que, de ser necesario, pondrá a disposición del municipio el apoyo jurídico que se requiera para ese efecto pues “ de lo que se trata es que el patrimonio de Cuernavaca tenga una adecuada defensa y como representante popular, eso también es mi responsabilidad”.

Finalmente. Matías Nazario reiteró su compromiso permanente de trabajar a favor del desarrollo de la infraestructura de la ciudad capital, así como de los otros 32 municipios, con absoluto respeto, siempre, a la autonomía municipal.