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Cuauhtémoc marca la ruta
Asumir responsabilidades con aciertos y desaciertos es hablar de gobernantes civilizados. Además, es lo que de manera urgente se necesita en las administraciones de gobierno en sus diversos niveles, y de esta manera salir emergentemente de la ausencia y carente forma de gobernar.
El arte de gobernar, es un concepto con el que Michel Foucault entiende las técnicas mediante las cuales desde el siglo XVIII la administración, la distribución y a la vez la multiplicación del poder sustituye al poder soberano, ya no tiene imágenes confiables en el imaginario social, cita el autor.
Por otra parte, Platón estaba convencido de que no acabarían las desgracias humanas hasta que los filósofos ocuparan los cargos públicos o hasta que los políticos se convirtieran en auténticos filósofos. Y es que la política es el arte de tomar el poder, de conservarlo y utilizarlo. Sin embargo, el arte de gobernar en nuestros días, parece ser todo lo contrario a la descripción conceptual, eliminando todas las bases esenciales como es la ética, honestidad, profesionalismo, filosofía, etc. Y en consecuencia resultando el cáncer de la corrupción que lacera al desarrollo económico y el buen vivir social.
En fin, las noticias recientes de narco políticos que circulan, no versan sobre temas que proyecten un futuro certero y productivo para nuestro país, estado y municipio; esto es un llamado emergente electoral, es decir que es necesario cambiar el destino de elegir a gobernantes que surjan de la improvisación, ocurrencia, populismo, fama, ignorancia, falta de oficio y sobre todo, con falta de valores como es la honestidad, capacidad, ética y ser responsables de asumir sus errores y no echar culpas a terceraspersonas para deslindar su incapacidad de gobernar.
De lo anterior, es importante también enfatizar que debemos de fortalecer la participación ciudadana y particularmente impulsar la revocación de mandato sustancial.
Bajo estos referentes cabe preguntarse si gobernar es fácil, pero parece que así lo es, porque algunos de los gobernantes se dedican a corromperse y solo a hacer negocios; es por ello que, es vital citar que ese es el gran reto que tenemos las y los ciudadanos para mejorar la gobernabilidad de este país.