
Coordina Margarita con federación implementación de IMSS-Bienestar
Cuernavaca, Morelos; 3 de noviembre de 2018.- La noche del pasado jueves, servidores públicos adscritos al área de Gobernación, Normatividad y Vía Pública del Ayuntamiento de Cuernavaca, se apersonaron en uno de los restaurantes propiedad de la empresaria Meggie Salgado Ponce para intentar clausurar su negocio bajo el argumento de que no contaba con permiso para un “horario extendido”, siendo en ese momento las 10:20 pm.
De acuerdo a lo que la propia empresaria dio a conocer, en ese momento solicitó a los empleados municipales, le mostraran la existencia de algún apercibimiento o notificación en la que constara la existencia de un procedimiento que ameritara la clausura, sin que estos pudieran comprobar la supuesta falta para cerrar temporalmente el restaurante.
“Al negarme a cerrar la puerta para que colocaran los sellos de CLAUSURA, el jefe de departamento que estaba a la cabeza me dijo que me iba a detener con la fuerza pública para que viera su autoridad” refirió Salgado Ponce.
A través de un comunicado, la empresaria que desde hace 22 años forma parte de diversas cámaras y agrupaciones, siendo una ciudadana participativa en la capital morelense, decidió denunciar la arbitrariedad en que se condujeron los empleados del Ayuntamiento, sin que existiera apercibimiento o procedimiento alguno.
“Quiero denunciar el abuso de autoridad y las amenazas a mi persona al tiempo de solicitar que haya información y procedimientos adecuados para que juntos, ciudadanos y Gobierno trabajemos en armonía, en orden y sobre todo con transparencia” explica.
El comunicado difundido por Meggie Salgado a través de sus cuentas en redes sociales concluye asegurando que no es la primera vez que tiene conocimiento de dichos actos de prepotencia por parte de los servidores públicos del Ayuntamiento de Cuernavaca: “Escribo estas líneas en un acto de valor porque justamente muchos ciudadanos estamos sumidos en el temor, hemos permitido como sociedad, el empoderamiento de personas que olvidan el verdadero sentido de un servidor público y esto se ha ido dando en muchos de los ámbitos de la administración pública y sin distinción de partido político. Sí a la legalidad, no a la extorsión”.