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TEMIXCO, Mor., 17 de agosto 2018.- Luego de una orden judicial, este viernes, personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE), exhumó dos cadáveres de gemelos quiénes fallecieron en el Hospital G. Parres de Cuernavaca, a finales del mes de junio a causa de una bacteria que contrajeron en la Unidad de Cuidados Especiales Neonatales (UCEN) de dicho nosocomio.
Fue alrededor de las 10:00 de la mañana de ayer, cuando Patricia Aguirre Paloma y su esposo Carlos llegaron al panteón ejidal “San Isidro” de la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Temixco, donde hace un mes dieron cristiana sepultura a sus gemelitos Haitana y Carlitos quienes murieron junto con siete bebés más a consecuencia de la negligencia del personal médico de este nosocomio.
Sin embargo, en la llegada del personal de la Fiscalía General, visualizaron que habían detectado que en la fosa había tierra removida, debido a que días anteriores el personal de administración del panteón a cargo de Guillermina Gaspar Palma, había removido la tierra, ya que cobraba 17 mil pesos a los familiares para sacar los cuerpos.
Por ello, los trabajos de exhumación se demoraron por un lapso de dos horas y media para que reiniciaran los trabajos de exhumación por parte de la Fiscalía General del Estado.
En entrevista, el abogado de las víctimas, Francisco Javier Hernández Salcedo indicó que la exhumación de los cadáveres de los gemelos tiene como objetivo la toma de muestras que disipen las dudas de las causas que propiciaron la muerte de ambos recién nacidos durante su internamiento en el nosocomio, cuyos resultados podrían estar listos a más tardar de un mes a mes y medio.
Hernández Salcedo aseveró que los resultados permitirán tener más claro el número de servidores públicos a los que se les tendrán que fincar responsabilidades por el delito de homicidio culposo, entre ellos la titular de la Secretaria de Salud, Patricia Mora González, el director del Hospital General, así como los responsables de la UCEN y del área de pediatría.
“Podríamos hablar que hubo negligencia en los cuidados que se tuvieron que haber llevado a cabo en la UCEN en los testimonios se recaba que precisamente no se cumplieron con los protocolos de limpieza, uso de guantes, uso de cubre bocas, gorro, etc. De entrada yo creo que tendrían que empezar por ellos (…) No había nadie que supervisara quiénes ingresaban y la forma en la que ingresaban, en los testimonios se recaba que incluso se vendía comida afuera del UCEN, que ingresaban alimentos y usaban el celular y eso nos puede explicar por qué una bacteria se pasa de una incubadora a otra”.