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¿Cuál es el procedimiento para que una persona reconozca a su hijo?
El PRI y su dirigencia nacional tiene en su agenda de trabajo dos prioridades; La atención de los estados en proceso electoral y la renovación de su dirigencia nacional. En ese orden es necesario tener claridad del uso de sus recursos financieros, humanos y materiales, además de seguir afinando los instrumentos políticos y jurídicos que atiendan las aspiraciones democráticas del padrón que habrá de elegir a quienes hoy son aún aspirantes.
Hasta ahora la elección de la próxima dirigencia nacional continúa sin despertar el interés de los ciudadanos, es más un asunto de los aspirantes y sus seguidores, la carga de negativos que desde el proceso federal los opositores con su discurso y los hechos sumaron en el proceso del 2018 han ido acumulando los señalamientos del actual gobierno que culpan al PRI de todos los males, señalamientos que solo unos pocos priistas han defendido, debatido o rebatido unos por cuidarse, otros aún molestos con el partido, a estos se suman los que no les importa y junto con ellos los que sienten que los pueden exhibir de una conducción poco transparente en su pasado reciente.
Es importante precisar que aún no hay ni siquiera precandidatos, estos ganarán esa figura una vez emitida la convocatoria y cumplan los requisitos. Todos son mujeres y hombres de partido con la legítima aspiración de poder dirigirlo al margen del cargo que hoy ocupan. En estos meses los aspirantes y sus seguidores han podido ratificar que somos muy buenos para señalarnos y exigirnos y culparnos internamente, celosos en cuidar la democracia interna del partido, incluso paladines de la democracia, eso sí muy generosos hasta benévolos en criticar a los adversarios y sus ya numerosas deficiencias que ha mostrado, en ello los ciudadanos organizados han rebasado la defensa de sus derechos enarbolando causas distintas de los atropellos que se han dado y que ojalá alguno de los aspirantes se hubiera pronunciado. A los que toca la parte más compleja y cruda son los que hoy son candidatos, buenos cuadros de partido a dos de ellos guardo amistad y respeto, en Puebla y Baja California, les ha tocado un proceso con un partido que se debate en su vida interna con aspirantes a dirigir el partido que hacen campañas para ellos olvidando que el partido existe para ganar el poder y los candidatos, los que están contendiendo deberían ser la prioridad de todos, lo que no es así, primero son sus intereses personales que los del partido, y la atención a sus exigencias en el proceso interno para ser dirigentes por encima de las campañas y los candidatos, reconociendo sus pocas excepciones. La presidenta Claudia Ruiz Massieu pidió licencia al Senado lo que mostró sus prioridades.
Hace unos días me integré a un grupo de trabajo representando a uno de los aspirantes a dirigir el partido, la presidía el Secretario General Arturo Zamora con su estilo respetuoso, al salir pensé cuantas personas están aquí en la oficina, todas con talento, experiencia ninguno tiene queja que el partido no le ha dado una oportunidad pero para ellos los aspirantes a dirigir el partido son su prioridad, no que el partido y sus candidatos ganen las eleciones, gobernaturas, presidencias municipales, diputaciones.
Pensé que si todos estuviéramos acompañando al partido unidos con la dirigencia apoyando a los candidatos en el territorio seríamos más útiles y productivos, pero ya ven diría Benedetti nos estamos muriendo y no vemos las cosas.
Busque ser toda mi vida candidato tuve resultados en contra y les digo como candidato es poco alentador tener un partido dividido por los nuestros y solo por sus intereses y aspiraciones personales.
Me llama la atención como los que aún no son ni siquiera precandidatos ya hacen campañas reparten secretarías para cuando vayan a dirigirlo, incluso hasta ponen reglas de cómo hacerlo, sin duda han cambiado los tiempos, hoy primero son las aspiraciones personales y después el partido, un homenaje póstumo a Don Jesus Reyes Heroles.