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Soy Gobernadora de territorio, no de escritorio: Margarita
CUERNAVACA, Mor., 16 de abril de 2022.- A siete años de la declaratoria de Alerta de Violencia de Género en Morelos, el Ayuntamiento de Cuernavaca no ha entendido que la prioridad del Estado debe ser la vida y la seguridad de mujeres, niñas y adolescentes. La tarde del jueves 13 de abril un grupo de mujeres y hombres se manifestaron en la emblemática Paloma de la Paz para exigir a las autoridades del estado de Morelos, que cumplan su función en la búsqueda de Nikté Dorantes Granados, que desde el cuatro de abril fue secuestrada por su padre al serle otorgada la custodia a su mamá Meztli Granados.
El caso tiene una Alerta Amber con número AAMOR/028/2022.
La indignación frente a la falta de intervención oportuna de las autoridades y la pinta de monumentos como un acto de protesta y visibilización de las violencias ha sido característica del movimiento feminista los últimos años, acciones que no atentan contra la integridad de ninguna persona, sólo de paredes.
La Paloma de la Paz está vacía de significado mientras las mujeres en este estado siquen siendo asesinadas y desaparecidas, este acto de iconoclasia, entendiéndolo como la deliberada destrucción de un símbolo, es un acto legítimo que no debiera ser criminalizado por encima de los derechos humanos de las mujeres. Si las mujeres no vivimos en paz, dicho monumento es un lienzo para nuestra
voz y lucha.
El Ayuntamiento de Cuernavaca a través de la Secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (SEPRAC), en lugar de atender las demandas de la ciudadania que se manifestaba; en un acto de uso desmedido de la fuerza pública, detuvo arbitrariamente a cuatro mujeres y dos hombres, a quienes les infligieron lesiones en el rostro y cuerpo (mismas de las que adjuntamos imágenes). Sin informarles por qué se les detenía, y a dónde las llevaban en las patrullas 1896, 1898, 00743 y el número de moto
1850, una compañera solicitó la presencia de un/a visitador/a de derechos humanos, a lo que un policía respondió Ya callense porque están en calidad de detenidas, te voy a dar un
vergazo, su único derecho es quedarse calladas.
Acto seguido, le dijo a una policía mujer:
Tú que eres mujer, dale un vergazo.
A otra compañera le exigieron la contraseña de su celular para borrar la evidencia de la violencia ejercida, al oponerse le torcieron el brazo para obtener la huella digital que desbloquearía el celular y así borrar la evidencia, además de vulnerar su privacidad navegando en todo su teléfono. Cabe mencionar, que a todas las personas detenidas, se
les solicitó su teléfono para borrar videos y fotografías de las agresiones.
Lo sucedido es una síntesis gráfica de un síntoma más de un Estado feminicida. Dentro de las detenidas está una compañera víctima indirecta de violencia feminicida y la justicia nunca llega. No se oculta la verdad agrediendo feministas.
Ante estos hechos las feministas de Morelos exigimos: