
Toma y daca de la relación México-Estados Unidos
Sin duda, la dinámica del Presidente de la República López Obrador, en sus actividades diarias desde las 7 de la mañana, en su tradicional rueda de prensa, da rumbo y fija posturas de lo que hace su gobierno. En Morelos, el contraste es enorme; un gobernador ausente, que se ha ganado ya en dos ocasiones las primeras planas de medios nacionales deportivos, no para hablar de Morelos, sino de fútbol. Finalmente, el juego le ha dado imagen, hasta para ser gobernador, le alcanzó. Morelos ha vivido en la alternancia: ha gobernado el PAN, el PRD los últimos 18 años. Desde el año 2000, el PRI no gobierna la entidad. Cuauhtémoc Blanco en campaña, después de su paso que hundió la ciudad de Cuernavaca en el abandono como nunca había estado, (que por cierto, la dejó con calles destrozadas, falta de agua, sucia, sin mantenimiento, endeudada, con una enorme corrupción, generó un discurso de señalamientos, amenazas y odio contra todos con su grito “No me dejan trabajar”, e incluso llegó a hacer una huelga de hambre donde buscó el techo del Obispo de Cuernavaca, en una esquina de la Catedral tirado en el piso, entonces, mucha gente le creyó. Es gobernador electo desde el mes desde el mes de julio del 2018, y mientras en todo el país, el Presidente ELópez Obrador, realizaba giras haciendo acuerdos para el lanzamiento de su gobierno, Cuauhtémoc Blanco se dedicó a vacacionar, y luego regresar a ser Presidente Municipal de Cuernavaca, y en todo momento trató de imponer a un sucesor. Su temor a que se descubran sus actos de corrupción de él y de su operador José Manuel Sanz, hoy el real gobernador, es enorme. Ya como gobernador, Cuauhtémoc, Sanz y sus amigos cercanos, tienen un gabinete secuestrado, sometido, nada se hace si Sanz no aprueba, incluso este, por su desconocimiento a la vida política e institucional de un gobierno y de la administración pública, y menos conoce lo que es la división de poderes. Cuauhtémoc y Sanz a tan solo 100 días de gobierno, en lugar de sumar, armonizar, y trabajar por Morelos, se han dedicado en la frivolidad a construir negocios, pero lo más grave para los morelenses, a dividirlos, a abrir heridas, olvidándose de que son responsables uno y otro de generar condiciones de gobernabilidad. Es importante, que los morelenses nos concienticemos para evitar se siga lastimando más al estado, que se está desfigurando, ya no hay acuerdos, ya no hay diálogo, hay amenazas, hay señalamientos, represión, violencia, hay más heridas que se convierten en llagas.
Los patrones de comportamiento de Cuauhtémoc Blanco no van a cambiar, (menos los de Sanz), ellos son y serán el principal obstáculo que impedirá que Morelos se transforme; son irresponsables, indolentes, no quieren a Morelos y desprecian a los morelenses.