
Impiden paso al CRIJ a patronato fundador
TEMOAC, Mor., 15 de julio del 2018.- Con el traslado de la clausura del ciclo escolar de la primaria “Emiliano Zapata” a la nueva sede , padres de familia tienen incertidumbre por la entrega de documentos al trascender el cierre de la primaria a pesar de la resistencia de la población al considerarla un patrimonio de la comunidad.
De un total de 160 niños inscritos en esta escuela, 30 permanecieron en las instalaciones de la escuela ubicada en el primer cuadro de la comunidad para conmemorar la graduación de sus estudios de nivel básico sin la presencia de autoridades educativas.
Desde el mes de agosto del 2017 en Amilcingo se comenzó a generar un conflicto interno por el intento de reubicación de la escuela que tiene casi 17 años en proceso de edificación, inaugurada más de 5 veces y que en su última etapa, se usaron recursos que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entregó al municipio por el paso del gasoducto a la termoeléctrica de Huexca conforme al Proyecto Integral Morelos (PIM) al que Amilcingo mantiene una férrea resistencia.
Con los sismos que se registraron en el mes de septiembre pasado, el conflicto se intensificó cuando el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) determinó que la vida útil de las instalaciones concluyó por lo que se buscó imponer el traslado de la primaria hacia la escuela nueva y se amenazó con la posible demolición de la escuela del centro.
Los pobladores han participado en constantes manifestaciones y solicitado información a las autoridades educativas que no han sido escuchadas; sustentan con un dictamen emitido por especialistas de la UNAM que el edificio no tiene daños graves y descartan condiciones para su derribe.
Se trata de una escuela que para la comunidad tiene valor histórico al ser el edificio más antiguo que data del año 1901 y en su haber ha formado a decenas de generaciones. Las autoridades educativas decidieron suspender las clases por dos meses tras el sismo justificándolo en el riesgo a los alumnos.
En asamblea, los pobladores decidieron que la “nueva” sede sería destinada a una preparatoria; ignorando la determinación se impuso que el ciclo escolar continuaría en la escuela ubicada en la calle 20 de noviembre, la comunidad no solo decidió no asistir a tomar clases a la escuela nueva sino decidió abrir la escuela del centro y reactivar las clases tomando en consideración las recomendaciones de la UNAM con la asistencia de una parte de la matrícula escolar.