Deja 2 lesionados choque en salida a Salamanca en Morelia

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de septiembre de 2016.- La visita del candidato republicano Donald Trump a México, el plagio de su tesis, los matrimonios igualitarios, derechos humanos y seguridad, la resistencia magisterial, la falta de oportunidades y empleo, los gasolinazos y sus giras, fueron algunos de los temas abordados por el presidente Enrique Peña Nieto, en diálogo con jóvenes que si bien no por el hecho de ser inédito en su gobierno, resultó cuestionado. Mientras que en su primer año (2013) al frente de la Administración Pública Federal, los temas centrales de su Informe de Gobierno fueron las reformas estructurales, especialmente la Energética; los siguientes dos (2014 y 2015) se vieron salpicados por la investigación de la llamada Casa Blanca y el caso Ayotzinapa; la debilidad del peso frente al dólar y la segunda fuga de Joaquín Guzmán Loera El Chapo. En cumplimiento de lo que establece el Artículo 69 de la Constitución, el Titular del Ejecutivo federal rindió cuentas la noche de este jueves sobre el estado que guarda la Administración Pública Federal. En un ejercicio diferente en el que se escucharon diferentes voces, Peña Nieto dejó a un lado el discurso tradicional y decidió cambiar el monólogo por el diálogo. En un mensaje a la Nación, admitió que es de su conocimiento que hay insatisfacción y descontento en algunos sectores de la sociedad mexicana. Es por eso que su encuentro con jóvenes en el Palacio Nacional resultó cuestionado en redes sociales, de donde también se tomaron preguntas, por el hecho de que algunos elogios no pararon, como el joven Juan Luis López Alcocer, de Campeche, quien abrió la sesión agradeciendo al Presidente porque en el país se tiene “prácticamente todo.” En pregunta formulada por Diego González Rodríguez, del Estado de México, sobre la caída de su popularidad y los altos índices de corrupción, el Presidente de la República justificó que en su responsabilidad ocupa servir a los mexicanos, sin embargo lograr esto, “a veces hay que tomar decisiones que no necesariamente son las más populares.” A costo de su popularidad o impopularidad, Peña Nieto comprometió la recta final de su mandato a impulsar un cambio positivo para el país, a través de cinco prioridades: La educación de nuestros niños y jóvenes. La lucha en contra de la pobreza. La seguridad y la tranquilidad de los mexicanos. El combate a la corrupción. Y el respaldo a la economía familiar. Y convocó a todos los sectores de la sociedad a construir este futuro a partir del diálogo, las ideas y el trabajo.