Comentario a Tiempo/Teodoro Rentería

Recurrimos nuevamente a las lecciones de la historia cuando nos hacen saber que cuando las parejas conyugales se eternizan en el poder; los resultados son fatales para los pueblos.

México en su Constitución federal prohíbe, en cualquier circunstancia, la reelección de los titulares del Poder Ejecutivo; esta normatividad, entre otras, fue la motivación de la Revolución de principios de Siglo XX.

En lo que respecta al Presidente de la República, hasta la fecha se ha cumplido cabalmente el mandato constitucional, no así en los gobiernos estatales, han encontrado el resquicio para violentarlo.

Es pregunta. Respetados amigos lectores y radioescuchas: ¿díganme si no, cuando una pareja presidencial pretende continuar en el poder, es exacto, una reelección disfrazada?

Padecimos el desgobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quien por el terrible hecho de haber ensangrentado al país con  su guerra unipersonal -más de 120 mil mexicanos asesinados y más de 25 mil desaparecidos, cientos de viudas y huérfanos, además de decenas de desplazados-, es razón más que suficiente para entregarse a actos de contrición severos, de acuerdo a su religión.

Desde que salió la pareja Calderón-Zavala de la Residencia Oficial de Los Pinos, al igual que sus antecesores, la recuerdan, la pareja real: Vicente y Martita, su meta es regresar a la misma pero ahora con la ex “primera dama”, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo de Calderón Hinojosa ungida de presidenta de la República.

En verdad que desfachatez, sobre todo que con los desproporcionados beneficios que se otorgó asimismo en los últimos minutos de su mandato – millones y millones de pesos con costo al pueblo-, sufragan esa campaña en favor de la cónyuge.

Misma que ha llegado a la chabacanería de exhibirse Felipillo como el “primer damo”, al hacer el mercado, dicen que sin escolta y con el aprecio de las ciudadanas  que lo reconocieron.

Nada de eso es cierto, las notas después rectificaron y aclararon que sólo llevaba un solo escolta; de acuerdo, uno visible y ¿cuántos camuflados? También, después se supo, que las apapachadoras eran sus vecinas amigas.

Ante tal despropósito, que inclusive algunos columnistas han denunciado que todo está arreglado en lo oscurito, es de proponerse una enmienda constitucional urgente para evitar la reelección presidencial por medio del o de la cónyuge, que por cierto ya gozó 6 años, y no son capaces de superar la añoranza del poder.