Un país diferente es posible

¿Cómo imaginar un país diferente? Un país donde su democracia permita una amplia participación ciudadana, donde el desarrollo y progreso se palpen en los bolsillos de la gente y no en las cifras macroeconómicas, donde las elecciones se ganen por votos y no por la compra de los mismos, donde se termine con la cultura de las despensas donde cada ciudadano sea tratado con dignidad y no con indiferencia.

México es un país de grandes riquezas naturales, dotado de mujeres y hombres valiosos, un país con grandes posibilidades de crecimiento, pero también es nuestro país, un país agraviado, abusado, lastimado y saqueado principalmente por quienes deberían procurar su sano desarrollo.

Desde hace muchos años la clase política imperante ha defraudado una y otra vez la confianza de millones de mexicanos, han propiciado que sus abusos y torpes decisiones sean pagadas por la gente, hoy esa historia está más viva que nunca, el regreso del autoritarismo, la represión y el saqueo se hacen presentes una vez más en nuestro país, aquellas fuerzas intocables hoy se reorganizan, se reparten el pastel, se burlan del pueblo de México.

Los partidos hegemónicos, se preocupan por su futuro y el destino de sus pandillas, el Pacto por México simplemente denota el protagonismo e indiferencia hacia los intereses básicos del país y el goce y disfrute de una especie de monarquía partidista, de salir bien en la foto, nunca se habla de los ciudadanos, sólo de partidos de negociaciones a favor de grupos de poder de una reforma por otra, que éste pacto da un escenario único para el PRI, PAN y PRD, -dicen- que son innovadores, que es por el bien de México, que ahora sí, ahora sí, nos va a ir mejor, será por el bien de toda esa oligarquía de políticos que sólo sirven a los intereses de los poderosos, de intereses extranjeros, de vender a la patria, de traicionar a sus conciudadanos, esa clase política caduca, inservible, echada a perder que huele y sabe mal, ninguna reforma antes de estas -de gran calado- a beneficiado al pueblo de México, sólo ha enriquecido a unos cuantos y claro, a los políticos que hoy en día siguen disfrutando de las mieles del poder, la escasez de principios en los temas políticos ha traído como consecuencia una podredumbre que se percibe en todos los hogares de México.

A partir del primero de enero de este 2014, el dinero de la clase trabajadora vale menos, pero para los líderes de los partidos que integran el Pacto por México esto ha sido un éxito contundente, el triunfo de una gran batalla, todo el problema del país se resuelve con MÁS impuestos, la historia de nuestro México, una historia escrita hasta ahora por la clase política gobernante, una historia en la que nuestros políticos se han empeñado en empobrecer a toda costa a sus gobernados, en un ir y venir de políticos, de partidos en el poder, de promesas incumplidas, de someter a la gente a través de su necesidad, regalando despensas, comprando conciencias y aprovechando la buena voluntad.

Pero un país diferente es posible, la clase política es afortunadamente un recurso renovable, la fórmula, una nueva clase política comprometida con valores y principios firmes y bien definidos, pero sobre todo ciudadana. Impulsar a ciudadanos que sólo han sido espectadores y que tienen realmente mucho que aportar en la mesa donde se toman las grandes decisiones del país, ciudadanos con una visión fresca, ciudadana y no de partido, ciudadanos que en carne propia han vivido una y otra vez la indiferencia de -los políticos de siempre-;formar una nueva clase política significa la verdadera transformación del país, no se debe pensar que esto es una utopía, es posible si ciudadanos, mujeres y hombres libres se disponen a construirla, a dejar la crítica de sofá y enfocar sus potencialidades al cambio que México requiere, la participación es importante, porque una boca grande de brazos cruzados no sirve para nada positivo, en Movimiento Ciudadano creemos firmemente en esta directriz, por ello somos el único partido que por estatutos establece el 50% de candidaturas para ciudadanos que junto con nosotros quieren verdaderamente transformar a nuestro México, la tarea no es fácil, pero somos muchos, muchos más los que prensamos responsablemente que el actual rumbo de nuestro país nos llevará más temprano que tarde al despeñadero de la incertidumbre y la desesperanza, las puertas están abiertas para que juntos cambiemos de rumbo, ¡seguimos en movimiento!

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