
Lamenta Gobierno de Morelos fallecimiento del artista Rafael Cauduro
AYALA, Mor., 11 de marzo de 2015.- A 104 años del inicio de la revolución, los mexicanos debemos reflexionar sobre la lucha y sacrificio que hicieron los héroes revolucionarios, particularmente en este tiempo de caos en el que se encuentra nuestra entidad y nuestro país aseveró el pintor, fotógrafo y muralista tepozteco Eduardo Robles durante el Primer Encuentro de Cronistas Revolucionarios de Villa de Ayala y Tepoztlán, con motivo del inicio de la Revolución del Sur en el histórico municipio de Ayala.
Acompañados del presidente Bernardo Sosa y de los integrantes del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla, los cronistas integrantes del grupo cívico “11 de Marzo de 1911” llevaron a cabo la conmemoración del inicio de la lucha revolucionaria cuando Pablo Torres Burgos comandó a varios hombres entre los que se encontraba Rafael Merino Próculo Capistrán, los hermanos Emilio y Adrián Plasencia, así como Emiliano Zapata Salazar, acompañados de cerca de 80 personas y menores de 11 a 15 años de edad, no sin antes desarmar a la policía, cortar líneas telegráficas y telefónicas, para continuar su camino hacia San Rafael de Zaragoza en el municipio de Tlaltizapan, por el rancho de Moyotepec.
“Hace un año que iniciamos este camino, comentó el expresidente Miguel Octavio Sánchez Hernández, actual presidente del grupo cívico 11 de marzo de 1911, cuando comenzamos a reunirnos ciudadanos interesados en la historia de nuestro municipio Ayala, con la intensión de hacer un rescate de la misma y promover la información entre la población, principalmente estudiantil, para que la conozcan y se sientan orgullosos de ella”.
Posteriormente las autoridades municipales y los grupos civiles, historiadores y cronistas, colocaron una ofrenda floral en los bustos de Pablo Torres Burgos, Otilio Montaño y el General Emiliano Zapata Salazar ubicados en la plaza Mártires de la Revolución.
En la plaza principal se llevó a cabo una exposición de fotografías de la época con retratos de revolucionarios y lugares emblemáticos como haciendas e iglesias, así como algunas pinturas de ellos, en la obra principalmente de Eduardo Robles. Así también una serie de crónicas con corridos revolucionarios.