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CUERNAVACA, Mor., 27 de enero de 2015.- Con locales distinguidos y restaurantes que ofrecen esta bebida, el pulque se ha puesto de moda, mientras las tradicionales expendedoras han tomado un nuevo aire, publica El Universal.
De sabor ácido, enriquecido con una gran variedad de frutas para los famosos curados (que se crearon para evitar una fermentación excesiva que lo echara a perder), es una bebida prehispánica asociada al disfrute, a honrar la tierra y a la celebración.
Se extrae de una planta que resiste cualquier clima y la fortaleza del maguey quizá pase de alguna forma al ser humano cuando lo bebe. Lo cierto es que el pulque contiene complejo B, cuyos compuestos tienen que ver con la euforia y la energía, quizá por eso se le atribuyen beneficios afrodisiacos y de fertilidad. Además, la mezcalina que contiene el maguey como todas las plantas agaváceas, aunque en un grado menor, ayuda a la concentración.
Alrededor de esta bebida, revalorada hace apenas unos tres años, aunque se ha consumido siempre en círculos pequeños, hay un proceso primitivo. A pesar de que actualmente los maestros tlaquicheros no sólo raspan la planta, sino que realizan otras actividades de oficios que desaparecieron, como el magueyero o el tinacalero, “es una cultura muy fuerte”, agrega el investigador de la bebida que se consume en México.
“Desde la época de las culturas más ancestrales, hay evidencias de que se raspaban magueyes para obtener aguamiel. El pulque es una bebida nacional, el tequila es una bebida mestiza; el mezcal también, el pulque es lo más elemental del proceso químico, tiene una sustancia llena de fructanos (azúcar), que se convierte en alcohol, gracias al proceso natural de fermentación, sin ninguna otra acción”.
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