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NUEVA YORK, EU, 5 de octubre del 2014.- El sitio web Hurtigruten describe modestamente a su crucero por la costa noruega como “el viaje más hermoso del mundo”, publica El Financiero.
Cuando leí esto, no pude evitar pensar en ese sketch de Monty Python en el cual un hombre escribe el chiste más divertido del mundo; un chiste tan divertido que todo el que lo lee instantáneamente muere de risa.
Me pregunté si la belleza, llevada a la exageración, podía volverse similarmente peligrosa.
¿Las cubiertas del barco se llenarían de turistas embelesados por lo sublime? Estábamos a punto de descubrirlo. Yo estaba de pie en la cubierta superior del MS Trollfjord de nueve cubiertas con mi esposa, Katie, y mi hijo de seis meses de edad, Holt. En el muelle detrás nuestro, mis parientes noruegos estaban despidiendo al barco enloquecidamente, aunque no en la dirección en la que nos encontrábamos transbordados. Yo había pasado el último día corriendo por Trondheim – una encantadora ciudad universitaria llena de embarcadores ubicada en el borde de un fiordo – tratando de encontrar la antigua casa de mi abuelo, con resultados mixtos.
Había arrastrado a mi familia hacia Noruega por razones misteriosas. Técnicamente, era noruego sólo en una cuarta parte, aunque anhelaba mucho más. También me imagino ser una especie de antropólogo aficionado.
La noche anterior alrededor de las 10, mientras el sol seguía sin mostrar intención de ponerse, mi primo Coleman había preguntado si queríamos realizar un paseo “vespertino”. Esa es la relación casual que la gente parecía mantener con el tiempo en las latitudes norteñas, donde en invierno la luz del día se reduce a un par de horas y en el verano la noche nunca se oscurece.
Por encima del Círculo Ártico, esta existencia binaria se vuelve aún más extrema, hasta el punto en que todo el año se vuelve una especie de día interminable, con seis meses de luz y seis meses de oscuridad.
Yo quería ir lo más al norte que pudiera y ver por mí mismo cómo la gente se las ingeniaba para sobrevivir a esa relación dualística con el sol. Hurtigruten significa literalmente “ruta exprés”, y aunque no hay nada de “exprés” en ella en estos días, cuando fue fundada en 1893, la línea del transbordador fue casi una revelación, entregando correo, carga y pasajeros a las comunidades del norte que de otro modo estaban completamente aisladas del resto del mundo.
Al combinar la habilidad náutica, el aspecto humildemente práctico y una belleza natural asombrosa, el Hurtigruten se ha convertido en uno de los atesorados símbolos nacionales de Noruega.
Sin embargo, el Hurtigruten de 2014 tiene poca semejanza con el Hurtigruten de antaño. Con el tiempo, la misión de servicio original del exprés costero se volvió en gran medida redundante conforme el correo, la carga y los pasajeros se volcaron en la conveniencia del transporte aéreo, forzando a la compañía a mirar hacia el turismo como su principal fuente de ingresos. Construido en 2002, nuestro barco, el MS Trollfjord de 136 metros, representaba a este nuevo Hurtigruten.
Mientras Holt y yo explorábamos entusiasmadamente las cubiertas del barco, lo que se volvió evidente, rápidamente fue que estábamos viendo a una compañía en medio de una moderada crisis de identidad.
Nuestros anfitriones estaban tratando simultáneamente de satisfacer los deseos del pasajero de crucero moderno cada vez más perceptivo mientras mantenían discreta modestia de la cultura noruega.
Por ello, el MS Trollfjord incluía dos pequeños jacuzzis en la Cubierta 9, con todo y luces de fiesta multicolores, pero cerraban a las 11 de la noche. La Cubierta 8 incluía una pista de baile abandonada en la que sin embargo sonaban suaves baladas de los años 80 durante las 24 horas del día. Una noche, alrededor de la una de la mañana, insomne y solo, no pude resistir bailar en solitario “Life Is a Highway”, mientras miraba hacia un distante conjunto de islas silueteadas contra un cielo que había olvidado oscurecer. La vista, lo admito, era fantástica.
La información completa aquí: http://www.elfinanciero.com.mx/new-york-times-syndicate/ponen-a-prueba-el-el-viaje-mas-hermosa-del-mundo.html