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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CUERNAVACA, Mor., 4 de junio de 2014.- Morelos no da seguimiento a los policías que despide, y mucho menos les ofrece opciones de sobrevivencia para mantener una vida lejos de la tentaciones de la criminalidad, aseguró el vocero de la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH), José Martínez Cruz.
Destacó que la falta de este seguimiento de policías en activo o en el despido, favorece su incorporación a las filas de la delincuencia común, y en los casos de mayor preparación, ha sido evidente que la delincuencia organizada es quien los recluta debido a su conocimientos, como puede ser el manejo experto de armas de fuego automáticas.
Luego de que la Comisión Estatal de Seguridad confirmó que un asaltante de centros comerciales, recientemente detenido, formó parte de la corporación hasta 2011 y causó baja debido a su falta de “responsabilidad en el servicio”, Martínez Cruz subrayó que el despido de elementos policiacos de cualquier corporación estatal es un “foco rojo” dentro del combate criminal que dicen tener las autoridades.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CIDH) criticó que una de las formas más socorridas de las autoridades para “depurar” a las corporaciones policiacas, basada en los exámenes de confianza que determinan la ineptitud o aptitud de los servidores públicos para permanecer dentro de las corporaciones, no esté acompañado de un programa de supervisión de policías y seguimiento de ex policías. Además de que tampoco existen, por ley, posibilidades de ofrecerles opciones para mantener una vida digna y lejos de la ilegalidad.
Se debe verificar en dónde vive, cómo viven y de qué vive, para evitar que caigan en actividades como el comercio informal o el crimen organizado, apuntó.
Finalmente, añadió que es necesario que la CES y el gobierno estatal implementen a la brevedad un programa que supervise a los policías en activo, pero también a los que han dejado la dependencia, ya que en los últimos tiempos tanto la CES como las corporaciones municipales han despedido a una enorme cantidad de policías, debido a que no reúnen las condiciones de confianza y capacidad para seguir dentro de los organismos de seguridad.