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MÉXICO, DF, 21 de octubre de 2014.- Para denunciar actividades de grupos criminales en redes sociales, hay que cuidar la seguridad de los denunciantes y proteger la información personal, consideraron activistas y especialistas.
Luego de la desaparición de María del Rosario Fuentes, activista de Valor por Tamaulipas, otros activistas se sumaron al llamado para incrementar la seguridad de este tipo de usuarios así como las redes de confianza con otros usuarios de redes sociales, para disminuir los riesgos por amenazas y ofrecer una respuesta en caso de atentados contra su persona, publicó REFORMA.
“Tienen que crearse redes de solidaridad, incluso entre quienes usan el anonimato, que tienen un avatar y una imagen que no corresponde con la persona que usa la cuenta. En el caso de que exista la ausencia de uno de éstos, debe haber un protocolo de respuesta que se basa en creación de redes de confianza”, señaló Jesús Robles Maloof, activista de ContingenteMX.
Para ello, si bien, puede que los integrantes de esos grupos no se conozcan entre sí, al menos sí tengan canales alternativos de contacto entre ellos.
“Tiene que por lo menos tener un proceso de verificación alternativo de consulta de información, eso es lo primero. Por lo menos alguien en el nodo tenga otra manera de comunicarse, a través de un correo, un teléfono, otra red social”, dijo.
En caso de ausencia total del usuario, continuó, el segundo paso sería el lanzamiento de una denuncia pública, con la que los integrantes del grupo podrían tener una información sobre el usuario.
No obstante, que otro conozca la identidad de un usuario puede ser también un riesgo, comentó Gerardo Becerra, integrante de la Coordinadora Morelense de Movimientos Sociales, quien también realiza denuncias en redes.
“Una persona que está utilizando una personalidad falsa pero que está haciendo crítica pero que es constante, no se sabe quién es, solamente que ella misma lo haya manejado con algunos amigos”, indicó.
En el caso de los grupos como Valor por Tamaulipas y Valor por Michoacán, sugirió, Robles Maloof, el anonimato en las redes tiene que conjugarse también con el cuidado de la información que se da a conocer a través de las cuentas de redes sociales en cuestión, así como de cuentas de familiares y personas cercanas.
“Los mismos activistas tienen abiertas sus configuraciones de Facebook. Tenemos que tomar un alto y revisar nuestras prácticas de seguridad. Pero si personas del círculo cercano no están protegidas, también quedan expuestas. El proceso de seguridad es colectivo”, dijo.
Activistas que también hacen denuncias ciudadanas en Morelos, cuyos nombres son públicos, indicaron que el riesgo se mantiene sin importar que las denuncias sean en contra del gobierno o de grupos criminales, aunque es mayor cuando se refiere a éstos.
La seguridad que se pierde con el anonimato se compensa con el respaldo de grupos externos, por grupos de solidaridad más allá de las redes sociales, indicó Alberto Mújica, empresario y bloguero morelense.
“A estas páginas lo que les está faltando es tener respaldo. Sí son personas que tienen su propia iniciativa y dicen ‘voy a denunciar las balaceras o voy a denunciar esto’. Pero con qué objeto, el problema es el objetivo final, se informa y ya. Cuando se tienen relaciones en diferentes ámbitos empresariales y sociales, es más difícil que se atrevan a tocarte”, sostuvo.
Con información de REFORMA