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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CUERNAVACA, Mor., 4 de febrero de 2015.- El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, se negó a fijar una postura, respecto a las acusaciones que formuló en su contra el Consejero Estatal del PRD, Ignacio Suárez Huape, respecto a la presunta protección que el gobierno estatal brinda a la organización criminal Guerreros Unidos.
De acuerdo con lo publicado con Excélsior, desde hace año y medio, el gobernador no acepta preguntas de los representantes de los medios de comunicación, luego de las manifestaciones ciudadanas en su contra con el objetivo de removerlo de su cargo, ante el incumplimiento de su promesa de acabar con la delincuencia en 18 meses.
A partir de ese momento, la oficina de Comunicación Social encabezada por Jorge López Flores, impidió a los reporteros de la fuente local y a los corresponsales nacionales, realizar preguntas al mandatario que leía un mensaje sin interrupciones, pero tampoco se le podían dirigir preguntas sobre el tema.
Ante la seriedad de las acusaciones, formuladas por Suárez Huape, se pidió al gobernador que fijará una postura en torno a este tema, que no mereció el interés del mandatario, pese a que la propia Universidad de Morelos ha demostrado a través del estudio Atlas de la Violencia en Morelos, la existencia de un corredor de la violencia entre Iguala y Cuernavaca.
Suárez Huape, entregó una carta el pasado 13 enero en la oficina del gobernador Graco Ramírez, donde solicitaba al mandatario que pasara del discurso a la acción y decomisara las seis casas que fueron encontradas a Abarca en Morelos, con el fin de deslindar a su gobierno de este grupo criminal, pero hasta la fecha la petición tampoco mereció el interés del mandatario, quien no ha dado respuesta a dicha petición.
La nota completa en Excélsior